Videos difundidos en redes sociales captaron la velocidad devastadora con la que un incendio arrasó este miércoles un complejo de apartamentos en Hong Kong, dejando al menos 75 muertos y casi 300 desaparecidos, según la actualización oficial publicada este jueves por las autoridades.
La Policía indicó que la causa preliminar apunta a una posible negligencia grave de una empresa constructora que habría empleado materiales inseguros durante una obra de renovación.
Las imágenes muestran cómo los andamios se desprenden violentamente de las fachadas, envueltos en una malla verde protectora, mientras las llamas ascienden con rapidez y una columna de humo denso se apodera de varios edificios en Wang Fuk Court.
El complejo, formado por ocho bloques y unos 2.000 departamentos donde viven más de 4.600 residentes, está ubicado en una de las zonas más densamente pobladas del centro financiero, que desde hace años enfrenta una marcada escasez de viviendas asequibles.
Según el último balance de los equipos de emergencia, el incendio que afectó a siete edificios del complejo dejó hasta ahora 75 fallecidos, 76 heridos hospitalizados —entre ellos diez bomberos— y al menos 279 desaparecidos. También se confirmó el hallazgo de un sobreviviente en una de las escaleras del edificio, mientras que 62 personas continúan atrapadas en el interior y son buscadas por los rescatistas.
Minutos después, los bomberos reportaron el rescate de un segundo sobreviviente, un hombre que fue localizado en la escalera del piso 16 de uno de los bloques afectados.
El siniestro, declarado el miércoles por la tarde, devastó siete de los ocho edificios de 31 plantas que componen Wang Fuk Court, en el distrito de Tai Po, convirtiéndose en el peor incendio urbano registrado en Hong Kong en las últimas tres décadas.
De acuerdo con la reconstrucción de los hechos, el fuego comenzó en uno de los bloques y se propagó de manera explosiva debido a la presencia de andamios de bambú cubiertos con mallas de seguridad, lonas impermeables y planchas de poliestireno expandido utilizadas en los trabajos de renovación iniciados en julio de 2024.
Las autoridades calificaron como “inusual” la velocidad con la que avanzaron las llamas y confirmaron que dentro de los edificios había materiales altamente inflamables que favorecieron la propagación.
Para la mañana del jueves, el incendio estaba prácticamente controlado en los siete edificios afectados y solo persistían focos en tres de ellos, tras más de diez horas de tareas ininterrumpidas. Horas más tarde, el jefe del Ejecutivo, John Lee, informó que todas las estructuras estaban “totalmente bajo control”.
El operativo desplegado incluyó 1.250 bomberos, 304 vehículos de emergencia, 26 equipos especializados y cuatro drones para monitoreo aéreo. Los rescatistas avanzan piso por piso, en medio del riesgo de desplome parcial del andamiaje, del que ya se desprendieron fragmentos.
La Policía confirmó la detención de dos directores y un consultor de ingeniería de la empresa contratista responsable de las obras, todos acusados de homicidio imprudente por el posible uso de materiales inapropiados que habrían acelerado la expansión del fuego. Además, las autoridades registraron oficinas administrativas del complejo y el domicilio de uno de los sospechosos para profundizar la investigación.
En paralelo, la Comisión Independiente contra la Corrupción (ICAC) abrió una pesquisa por posibles irregularidades o actos corruptos relacionados con el proyecto de rehabilitación, valuado en 330 millones de dólares hongkoneses (unos 42 millones de dólares).
Durante una conferencia posterior, Lee calificó el desastre como una “catástrofe masiva” y anunció la suspensión de todos los actos de campaña rumbo a las elecciones legislativas del 7 de diciembre. También dejó abierta la posibilidad de revisar la fecha del proceso electoral.
El gobierno convocó una reunión interdepartamental en la que se ordenó inspeccionar de inmediato todas las obras en curso en la ciudad para evaluar la seguridad del andamiaje y de los materiales utilizados.
La tragedia generó una ola de solidaridad. La Fundación Jack Ma, Alibaba y Ant Group comprometieron 60 millones de dólares hongkoneses (7,7 millones de dólares estadounidenses) para asistir a las familias afectadas y apoyar las labores de rescate. Empresas como BYD, NetEase, Trip.com, ByteDance y Didi también donaron 10 millones de dólares hongkoneses cada una.
La magnitud del desastre supera ampliamente la tragedia del incendio en el edificio comercial Garley, ocurrido en 1996 en Kowloon, que dejó 41 muertos y era hasta ahora el peor siniestro urbano en tiempos de paz registrado en Hong Kong.
