Un tiroteo tuvo lugar este sábado en el campus de la Universidad de Brown, una prestigiosa institución perteneciente a la Ivy League ubicada en la ciudad de Providence, en el estado de Rhode Island, Estados Unidos. De acuerdo con la información oficial disponible hasta el momento, el ataque dejó al menos dos personas fallecidas y ocho heridos de gravedad.
El alcalde de Providence, Brett Smiley, confirmó el saldo de víctimas durante una conferencia de prensa. “Puedo confirmar que hay dos personas que han fallecido esta tarde y otras ocho en estado crítico”, señaló. Además, indicó que el responsable del ataque aún no fue detenido: “Por el momento no lo tenemos bajo custodia”.
A través de una alerta de emergencia, la universidad informó sobre la presencia de un tirador activo en las inmediaciones del edificio Barus & Holley. En el comunicado se indicó que efectivos de la Policía de Brown y de la Policía de Providence acudieron rápidamente al lugar tras los reportes iniciales.
La Policía de Providence, por su parte, informó mediante su cuenta oficial en la red social X que “varias personas” habían recibido disparos cerca del campus universitario y que la investigación seguía en curso mientras se desplegaban recursos adicionales de seguridad.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también se refirió al hecho y confirmó la intervención de agencias federales. A través de un mensaje en su plataforma Truth Social, indicó que el FBI se encontraba trabajando en el lugar y expresó su apoyo a los afectados: “¡Dios bendiga a las víctimas y a las familias de las víctimas!”.
Tras el ataque, las autoridades desplegaron un fuerte operativo de seguridad en la zona. La Universidad de Brown instó a estudiantes, docentes y personal a permanecer resguardados, solicitando que cerraran puertas, silenciaran sus teléfonos y se mantuvieran fuera de la vista hasta nuevo aviso.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, también utilizó sus redes sociales para expresar su preocupación por lo ocurrido. “Rezo por todas las víctimas de este trágico ataque. La policía de Nueva York está coordinando con sus homólogos de Rhode Island”, escribió. Además, aclaró que en su ciudad se reforzó la seguridad en universidades locales como medida preventiva, aunque aclaró que no existían indicios de una conexión directa con Nueva York.
La Universidad de Brown alberga a cerca de 11.000 estudiantes en su campus principal, ubicado en las cercanías de la ciudad de Boston. Tras la alerta, agentes policiales y servicios médicos permanecieron apostados en el predio universitario mientras se evaluaba la situación.
La emergencia generó confusión en las primeras horas, ya que inicialmente la universidad comunicó que un sospechoso había sido detenido. Sin embargo, aproximadamente una hora más tarde, la institución rectificó la información y aclaró que no había personas bajo custodia. “La policía no tiene a ningún sospechoso detenido y continúa la búsqueda del sospechoso o sospechosos”, precisó en un nuevo comunicado.
La casa de estudios también informó que equipos médicos de emergencia se encontraban en el lugar, trabajando de manera coordinada con múltiples agencias policiales que participaron del operativo.
El primer aviso de la situación se emitió cerca de las 17:00, hora local (22:00 GMT), lo que activó de inmediato los protocolos de seguridad del campus. En los mensajes enviados a los estudiantes, la universidad reiteró las instrucciones habituales para este tipo de situaciones: cerrar puertas, silenciar teléfonos y permanecer ocultos. También recordó las recomendaciones de acción ante un tirador activo: “Correr si se encuentran en la zona afectada y pueden evacuar de forma segura; esconderse si no es posible evacuar; y luchar solo como último recurso para protegerse”.
El ataque se produjo cerca del edificio Barus & Holley, una construcción de siete pisos que alberga la Escuela de Ingeniería y el Departamento de Física. Según datos institucionales, en ese edificio funcionan más de un centenar de laboratorios, además de oficinas y aulas. La universidad cuenta con unos 7.300 estudiantes de grado y más de 3.000 de posgrado.
Consultada por la prensa, la directora de información pública de la ciudad, Kristy DosReis, explicó que los agentes “todavía están recopilando información de una escena que continúa activa”, por lo que no se descartan nuevas actualizaciones.
Las autoridades también pidieron a los vecinos de la zona que permanecieran en resguardo mientras avanzaban las tareas de búsqueda. Imágenes difundidas por la cadena CNN mostraron a estudiantes refugiados dentro de aulas, algunos comunicándose por teléfono, mientras observaban desde las ventanas el arribo de ambulancias, camiones de bomberos y patrulleros policiales.
Testigos relataron a medios locales que más de una docena de vehículos de emergencia llegaron rápidamente al campus. Indicaron que el personal médico realizó maniobras de reanimación cardiopulmonar a al menos una persona y trasladó a otras dos en camillas, en medio de un escenario de fuerte tensión y conmoción.
