La Embajada de Rusia en la Argentina salió este martes a responder con dureza a la denuncia del Gobierno nacional, que había deslizado la posibilidad de que ese país estuviera involucrado en la grabación y difusión de audios de funcionarios, entre ellos Karina Milei. Según la sede diplomática, la gestión libertaria “no ha aportado ninguna prueba al respecto”.
En un extenso comunicado publicado en redes sociales, la representación rusa expresó: “Lamentamos observar que, en el contexto de otro escándalo político interno de gran repercusión mediática, nuestro país vuelve a ser mencionado de forma negativa. Se han expresado públicamente algunas suposiciones sobre la posible grabación de conversaciones telefónicas en Casa Rosada por servicios de inteligencia rusos (y venezolanos), supuestamente con el objetivo de desestabilizar al Gobierno. No se han aportado ningunas pruebas al respecto”.
La Embajada insistió en que “rechazamos categóricamente estas acusaciones, considerándolas infundadas y falsas. El deseo de ver ‘espías rusos’ en cada esquina es irracional y destructivo”.
Además, el comunicado remarcó que Rusia promueve “la construcción de una cooperación equitativa y mutuamente respetuosa con Argentina, en el marco de una asociación estratégica integral basada en la sólida amistad entre nuestros pueblos”. En ese sentido, recordó que en octubre se celebrará el 140º aniversario del inicio de relaciones diplomáticas bilaterales y expresó su deseo de hacerlo “en este espíritu, y no bajo la influencia de una historia de espionaje ficticia”.
La respuesta diplomática se dio después de que el Ministerio de Seguridad, conducido por Patricia Bullrich, denunciara públicamente que detrás de la filtración de audios podría haber personas ligadas a los servicios de inteligencia rusos. La ministra incluso mencionó que también podría existir “incidencia de Venezuela” en el hecho, que generó un fuerte escándalo político en las últimas semanas.