El ejército ruso desplegó durante la noche del viernes al sábado un ataque masivo con 85 drones y un misil contra Ucrania, según informó Kiev. La ofensiva ocurrió pocas horas después de que se celebrara en Alaska la reunión entre el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su par estadounidense, Donald Trump.
De acuerdo con la fuerza aérea ucraniana, que difundió un comunicado en Telegram, las defensas lograron derribar 61 de esos drones, entre los que había modelos “Shahed” de origen iraní y también aparatos señuelo. Las zonas más golpeadas fueron Sumi, en el noreste; Donetsk, en el este; Chernihiv, en el norte; y Dnipropetrovsk, en el centro-este del país.
En el frente de batalla, las tropas ucranianas continúan en inferioridad numérica y con menos recursos, mientras las fuerzas rusas avanzan de manera gradual. Moscú aseguró este sábado que tomó el control de la localidad de Kolodiazi, en el norte de Donetsk, y de Voroné, en Dnipropetrovsk, aunque esas conquistas aún no fueron confirmadas por Kiev ni por analistas militares del sitio Deepstate.
Los ataques se produjeron inmediatamente después del esperado encuentro en Alaska, donde Putin y Trump intentaron acercar posiciones para poner fin a la guerra, aunque no lograron acordar una tregua. Trump manifestó su intención de organizar en breve una cumbre tripartita con Putin y el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, con el objetivo de alcanzar un alto al fuego.
El mandatario estadounidense, además, adelantó que el próximo lunes recibirá a Zelenski en la Casa Blanca. El líder ucraniano confirmó que viajará a Washington con la expectativa de “poner fin a los asesinatos y a la guerra”.
Mientras tanto, la guerra iniciada por la invasión rusa en febrero de 2022 sigue siendo el conflicto más sangriento en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, con decenas de miles de víctimas fatales.
En paralelo, líderes europeos manifestaron su apoyo a la iniciativa de Trump. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Consejo Europeo, António Costa; y otros seis jefes de Estado y de Gobierno, publicaron una declaración conjunta en la que remarcaron que Rusia “no puede vetar” el ingreso de Ucrania a la Unión Europea ni a la OTAN.
“Tal y como prevé el presidente Trump, el siguiente paso debe ser ahora continuar las conversaciones, incluyendo al presidente Zelenski, con quien se reunirá próximamente”, señaló el documento. Los firmantes también expresaron disposición a respaldar una cumbre trilateral junto a Estados Unidos y Ucrania.
Entre los líderes que adhirieron a la declaración figuran Emmanuel Macron (Francia), Giorgia Meloni (Italia), Friedrich Merz (Alemania), Keir Starmer (Reino Unido), Alexander Stubb (Finlandia) y Donald Tusk (Polonia).
La cumbre de Alaska concluyó sin avances concretos para frenar las hostilidades, aunque tanto Trump como Putin subrayaron el buen clima del encuentro. Trump lo describió como “extremadamente productivo” y, posteriormente, mantuvo una llamada con Zelensky y varios líderes europeos para informarles lo conversado con el mandatario ruso.
Los jefes de Estado europeos, en su declaración, destacaron los esfuerzos de Trump para detener la guerra y remarcaron que Ucrania debe recibir garantías de seguridad firmes que le permitan defender su soberanía. También recordaron que la Coalición de los Dispuestos, integrada por 31 países que se comprometieron a fortalecer la ayuda a Kiev, está lista para jugar un papel clave en el proceso.
Según el texto difundido, “no deben imponerse limitaciones a las fuerzas armadas de Ucrania ni a su cooperación con terceros países. Rusia no puede vetar el camino de Ucrania hacia la UE y la OTAN”.