Renuncia inesperada en Francia: Sébastien Lecornu dimitió como primer ministro un día después de anunciar su gabinete

Emmanuel Macron aceptó la dimisión del jefe de Gobierno apenas horas después de presentar su nuevo equipo de ministros, profundizando la crisis política y económica que atraviesa Francia.

Sébastien Lecornu renunció como primer ministro de Francia un día después del anuncio de su gabinete.Foto REUTERS.

El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, presentó este lunes su renuncia al presidente Emmanuel Macron, apenas un día después de haber dado a conocer la composición de su gabinete. La decisión, confirmada por el Palacio del Elíseo en un breve comunicado, marca un nuevo episodio de inestabilidad política en Francia.

“El presidente de la República ha aceptado la dimisión del primer ministro Sébastien Lecornu”, informó la presidencia francesa.
Los ministros en funciones cancelaron sus actividades previstas para la jornada, mientras se aguarda conocer los próximos pasos del Ejecutivo.

La salida de Lecornu se produjo tan solo 13 horas después de la presentación de su gabinete, con el que venía trabajando desde su nombramiento el 9 de septiembre, tras la caída de su antecesor François Bayrou, destituido luego de perder una moción de confianza en el Parlamento.

Presión interna y crisis económica

La dimisión estaría relacionada con la presión del partido conservador Los Republicanos, uno de los pilares de la coalición gubernamental. Su líder, Bruno Retailleau, había expresado su rechazo a la composición del gabinete y convocó una reunión para definir si abandonarían el Ejecutivo.
Esa amenaza, de concretarse, habría dejado a Lecornu sin apoyo parlamentario, haciendo inviable su continuidad.

Mientras tanto, la incertidumbre política tuvo un impacto inmediato en los mercados: la bolsa de París cayó y la deuda soberana francesa se encareció, reflejando la desconfianza de los inversores.

Reacciones desde la oposición

El presidente de la Agrupación Nacional, Jordan Bardella, exigió la disolución de la Asamblea Nacional y acusó a Macron de no ofrecer el cambio que los franceses esperan.

“La composición del gabinete representa la continuidad, no la ruptura con el pasado”, sostuvo.

Por su parte, Marine Le Pen calificó la renuncia como “una medida inteligente” y advirtió que el mandatario “ya no tiene margen de maniobra”.

“Le pido que disuelva la Asamblea Nacional. Hemos llegado al final de la farsa. No habrá más mañanas”, expresó la líder de extrema derecha.

Desde el otro extremo del arco político, la jefa del bloque de La Francia Insumisa, Mathilde Panot, aseguró que “la cuenta regresiva ha comenzado” y reclamó la salida de Macron.

En la misma línea, Jean-Luc Mélenchon pidió que se debata de inmediato la moción de destitución del presidente presentada por 104 diputados.

“Tras la dimisión de Sébastien Lecornu, exigimos que se revise de inmediato la moción contra Emmanuel Macron”, publicó en X (ex Twitter).

Incluso dentro del oficialismo hubo voces críticas. El alcalde de Cannes, David Lisnard, reclamó la dimisión del propio Macron:

“Los intereses de Francia exigen que Emmanuel Macron programe su renuncia para preservar las instituciones y desbloquear una situación insostenible”, escribió en redes sociales.

Un país en punto muerto

Lecornu asumió el cargo con el desafío de aprobar un presupuesto de austeridad en un Parlamento profundamente dividido. Sus dos predecesores inmediatos, François Bayrou y Michel Barnier, también fueron destituidos tras enfrentamientos con la cámara legislativa por el plan de gastos del Ejecutivo.

Francia enfrenta una deuda pública récord, con una relación deuda/PIB que se ubica como la tercera más alta de la Unión Europea, solo detrás de Grecia e Italia.

La nación se encuentra en un bloqueo político persistente desde que Macron convocó elecciones parlamentarias anticipadas el año pasado en un intento por reforzar su autoridad, estrategia que resultó fallida y dejó a su coalición en minoría.

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