Repasemos…
- RIVER, MUY SUPLENTE.
Inapelable derrota en Tucumán.
Los suplentes de River, que claramente serían titulares en 28 o 29 de los restantes equipos del fútbol argentino, fueron superados en todo momento por Atlético Tucumán.
El 2-0 final fue benévolo para el equipo de Gallardo.
Varios de los que iniciaron partido el sábado eran pensados para meterse en la revancha vs Palmeiras en Brasil.
¿Luego de la mala imagen que dejó en Tucumán, seguirán siendo opción?
En definitiva, River con esta derrota quedó abajo de Riestra, su próximo rival, y con un signo de preocupación evidente ante el gran objetivo del año.
- BOCA Y SU AUTOBOICOT
Difícil que a Boca se le presente una oportunidad mejor para subirse a la punta de las dos tablas que mira como únicos objetivos en lo que resta del año.
Todos los resultados le fueron favorables, menos el propio.
Empate de Unión en Santa Fe.
Derrota de Barracas en el estadio “Chiqui” Tapia.
Empate de Central en Arroyito.
TODO A PEDIR DE BOCA.
Incluso su propio rendimiento.
Jugó sus mejores 60 minutos en lo que va de 2025, con funcionamiento colectivo que sorprendió gratamente a todos, pero…
Boca siempre tiene un pero.
De la ventaja 2-0 al empate 2-2 que celebró Central Córdoba, hay un abismo en caída libre del xeneize.
De la asociación virtuosa del equipo en su totalidad, al manojo de nervios y desesperación que casi lo deja sin nada sobre el final. ¿Qué pasó?
Pasó que De Felippe supo renovar el ataque de su equipo, y el banco de Boca jamás tuvo lectura para percatarse que sus titulares del medio y arriba estaban agotados.
Enorme responsabilidad de Russo y su ayudante Úbeda en la impericia de realizar tan SÓLO UN CAMBIO, sobre cinco posibles.
Más la inseguridad que transmite Marchesín, y errores en la última media hora que derrumbaron todo lo bueno que había construido en la hora inicial.
Chance que Boca deja pasar y lo lamenta. No sólo por los puntos dejados en el camino sino también por lo caro que le puede salir al final del camino y su obsesión de volver a la Copa
