En los últimos años, pagar con el celular dejó de ser una curiosidad para convertirse en una práctica cotidiana. Detrás de esta transformación silenciosa está la tecnología NFC (Near Field Communication), una herramienta que permite intercambiar datos entre dispositivos con solo acercarlos. ¿Pero cómo funciona realmente y por qué está cambiando nuestra forma de comprar?
¿Qué es NFC y por qué importa?
NFC es una tecnología de comunicación inalámbrica de corto alcance. Su magia radica en la simplicidad, basta con acercar el celular a un lector compatible para que se produzca la transacción. No hay necesidad de abrir apps, ingresar contraseñas ni manipular efectivo. Todo ocurre en segundos, de forma segura y casi invisible.
Este sistema ya está integrado en la mayoría de los smartphones modernos y se utiliza en plataformas como Google Pay, Apple Pay y billeteras digitales locales. Su adopción crece en Argentina, especialmente en comercios que buscan agilizar el cobro y ofrecer una experiencia sin fricciones.
¿Cómo cambia la experiencia de compra?
Para el consumidor, pagar con NFC significa menos contacto físico, mayor velocidad y una sensación de modernidad. Para los comercios, implica menos errores, menos tiempo por transacción y más seguridad. En un contexto donde la higiene, la eficiencia y la trazabilidad son clave, NFC se posiciona como una solución ideal.
Además, esta tecnología no se limita a pagos, también se usa en transporte público, control de accesos, identificación y hasta en campañas de marketing interactivas.
¿Es seguro?
Sí. Las transacciones NFC están cifradas y suelen requerir autenticación biométrica o PIN. Además, al no compartir directamente los datos de la tarjeta, se reduce el riesgo de fraude. Como todo sistema digital, requiere buenas prácticas del usuario, pero su diseño prioriza la seguridad.
¿Qué sigue?
La expansión de NFC en Argentina está en marcha, impulsada por la digitalización del comercio y el cambio en los hábitos de consumo. A medida que más personas descubren su comodidad, es probable que veamos una integración aún mayor en servicios cotidianos.







