Murió Hulk Hogan: adiós a la leyenda que convirtió la lucha libre en un fenómeno mundial

El histórico ícono de la WWE falleció a los 71 años tras sufrir un paro cardíaco en su casa de Florida. Su figura trascendió el ring para dejar una marca imborrable en el espectáculo, el cine y la cultura popular.

Murió Hulk Hogan, estrella de la lucha libre.Foto archivo.

Terry Gene Bollea, conocido globalmente como Hulk Hogan, murió este jueves a los 71 años en su residencia de Clearwater, Florida. Según reportó el medio estadounidense TMZ Sports, el excampeón de lucha libre sufrió un paro cardíaco y fue trasladado de urgencia al hospital, aunque los esfuerzos médicos no lograron reanimarlo.

En los últimos meses, Hogan había estado en el centro de rumores sobre su estado de salud, especialmente tras someterse a una operación de cuello en mayo. A pesar de que su entorno desmintió que estuviera en estado crítico, se sabía que arrastraba secuelas de múltiples cirugías derivadas de su intensa carrera profesional.

Un pionero que cambió la historia de la lucha libre

La carrera de Hulk Hogan marcó un antes y un después en la historia de la lucha libre. Su carisma, su físico imponente y su estilo teatral transformaron un espectáculo de nicho en un fenómeno masivo, capaz de reunir frente al televisor tanto a adultos como a niños.

Debutó en la década del 70, pero fue en los años 80 cuando alcanzó el estrellato bajo la bandera de la WWE. Con su eslogan “Hulkamania” y su personalidad arrolladora, se convirtió en un ídolo del deporte y una figura central de la cultura pop. En 1996, reinventó su personaje al convertirse en el “Hollywood Hogan” dentro del famoso grupo NWO (New World Order), ampliando su influencia en la era dorada de la WCW.

Fue ingresado al Salón de la Fama de la WWE en 2005, aunque su carrera también atravesó controversias: fue removido en 2015 por dichos racistas filtrados de una conversación privada, aunque en 2020 fue reincorporado, esta vez como parte del NWO.

Más allá del ring: cine, televisión y política

La figura de Hogan no se limitó a los cuadriláteros. En 1982 debutó en el cine junto a Sylvester Stallone en Rocky III, interpretando al luchador Thunderlips. Luego protagonizó películas como Mr. Nanny, Suburban Commando y No Holds Barred. En los 2000, su fama se revitalizó con el reality familiar Hogan Knows Best, emitido por VH1.

Durante décadas, sufrió secuelas físicas producto de su carrera: lesiones crónicas, operaciones de espalda y articulaciones. En una entrevista admitió que “ya no queda nada original en mi cuerpo”.

Recientemente, Hogan había lanzado un nuevo proyecto llamado Real American Freestyle, una liga amateur de lucha libre cuyo debut estaba previsto para fines de agosto. Su última aparición pública destacada fue en la Convención Nacional Republicana de 2024, donde fue ovacionado por miles.

El adiós a un ícono cultural

Hulk Hogan no solo fue un símbolo de la lucha libre, sino también un emblema de la cultura estadounidense de las últimas décadas. Su legado trasciende el deporte y queda grabado en generaciones de fanáticos que crecieron viendo su inconfundible entrada, su musculosa amarilla desgarrada y sus gritos de batalla.

Su muerte marca el final de una era, pero también reafirma su lugar eterno como uno de los grandes íconos del entretenimiento global.

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