El Arzobispado de Paraná comunicó este viernes 8 de agosto la muerte del cardenal Estanislao Esteban Karlic, a los 99 años, tras atravesar diversos problemas de salud.
“Con profundo pesar informamos que hoy viernes 8 de agosto el Cardenal Estanislao Esteban Karlic ha partido a la casa del Padre. Junto a nuestro arzobispo Monseñor Raúl Martín y nuestro arzobispo emérito Monseñor Juan Alberto Puiggari, como Iglesia en Paraná encomendamos su alma a nuestra Madre del Rosario. Rogamos una oración por su eterno descanso”, indicó el comunicado oficial. Karlic fue arzobispo de Paraná entre 1986 y 2003.
De origen croata, fue creado cardenal en 2007 y hasta su muerte ostentaba el título de obispo más longevo de la Argentina. Su vínculo con la diócesis comenzó formalmente en 1983, cuando el papa Juan Pablo II lo designó arzobispo coadjutor de Paraná. Tres años después, tras el fallecimiento de Adolfo Tortolo, asumió como titular de la sede episcopal.
Uno de los momentos más destacados de su labor pastoral fue su participación como orador en la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrada en Santo Domingo, República Dominicana, entre el 12 y el 28 de octubre de 1992. A partir de allí, su presencia en organismos episcopales y vaticanos creció de forma sostenida, asumiendo roles de alta responsabilidad.
En la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) ocupó cargos directivos entre 1987 y 2002: segundo vicepresidente (1987), primer vicepresidente (1990) y presidente (1996), cargo para el que fue reelegido en 1999 hasta completar su mandato en 2002.
En el plano internacional, en 1997 fue nombrado por Juan Pablo II como secretario especial para la I Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos en el Vaticano. Luego integró la comisión post-sinodal, fortaleciendo el vínculo entre América y la Santa Sede.
Su aporte en la CEA incluyó la presidencia de la Comisión Episcopal del Jubileo del 2000 desde 1995, la conducción de la Comisión Episcopal de Pastoral Universitaria (1993-1996 y 2002-2005), la presidencia de la Comisión Episcopal de Fe y Cultura hasta 1990, y su participación en la Comisión de Catequesis (1993-1996). Además, fue asesor de la Pontificia Comisión para América Latina (1989-2000) y presidió la comisión del Pontificio Colegio Pío Latino Americano (1992-1994).
En octubre de 2001 participó en la X Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en el Vaticano, donde presidió la comisión encargada del mensaje final, reafirmando su peso en el escenario eclesial global.
El pasado 20 de mayo, el papa León XIV lo contactó personalmente para expresarle gratitud: “Le debo mucho personalmente. La Iglesia ha recibido muchos servicios valiosos de su parte, y en la situación presente usted continúa sirviéndola”. El pontífice le transmitió que la Iglesia rezaba por él y le dedicaba también sus propias oraciones, gesto que, según se informó, le dejó una profunda serenidad.
Ambos compartían un lazo especial por pertenecer a la Orden de San Agustín, comunidad a la que Karlic se unió en 2005 y en la que el actual papa fue Prior General antes de su elección. Durante sus estadías en Roma, el cardenal argentino solía hospedarse en la Casa Generalicia de los agustinos, donde compartieron numerosos encuentros. Este vínculo personal le dio un significado aún más profundo a la despedida papal, más allá del protocolo institucional.