Un grave episodio de violencia se conoció en las últimas horas en la ciudad de Mar del Plata, donde un anciano de 89 años que padece Alzheimer fue golpeado brutalmente en un geriátrico luego de negarse a ingerir una medicación. El hecho, que quedó registrado por cámaras de seguridad internas, generó una fuerte conmoción y ya fue denunciado ante la Policía.
Según pudo reconstruirse, el caso ocurrió el martes en el geriátrico Posada Punta Mogotes, ubicado en la calle General Pacheco 2105. La víctima fue identificada como Héctor Salas, quien además de Alzheimer presenta disminución auditiva y problemas de visión.
Ese día, una vecina se acercó al lugar para visitar a su abuelo y se encontró con una escena alarmante: el hombre presentaba golpes visibles, con lesiones en el rostro y en los brazos. La situación motivó un inmediato reclamo de la familia.
“Él se negó a tomar una medicación y ella, la dueña del geriátrico, fue y le pegó. Según dijo, lo hizo porque tuvo un brote psicótico”, denunció públicamente Karen Salas, nieta de la víctima, a través de sus redes sociales.
En su publicación, la joven no solo compartió imágenes del estado en el que se encontraba su abuelo, sino también fragmentos del video captado por las cámaras privadas del establecimiento, además de las radiografías que se le realizaron tras la agresión.
De acuerdo con lo informado por la familia, ya se radicó la denuncia policial correspondiente. En paralelo, Héctor fue retirado del geriátrico y trasladado a otro establecimiento para continuar con su cuidado.
“Mis primas fueron a visitarlo y notaron que tenía lesiones en las manos, en los ojos y en la boca”, señalaron desde el entorno familiar. En las imágenes que trascendieron se observan claramente marcas violáceas debajo de la boca.
Asimismo, la familia detalló que en un control médico solicitado por las nietas se constataron fracturas en la mano derecha, particularmente en el dedo pulgar, además de heridas en el rostro. “Están en un estado de vulnerabilidad terrible, sin nadie que los proteja”, expresaron con indignación.
Sobre la explicación recibida por parte de las autoridades del geriátrico, la familia fue contundente: “La señora que lo golpeó nos dijo que tuvo un brote psicótico, que no quería tomar la medicación y por eso le pegó varias veces. Le podía haber dado la pastilla disuelta en la comida o en la bebida”.
El primer video difundido corresponde a un recorte con zoom de las cámaras de seguridad, donde se observa una sala de estar con varios adultos mayores. En el centro aparece Héctor, rodeado por personas que serían empleadas o enfermeras del lugar. Si bien la disposición impide ver con claridad cada movimiento, se percibe una situación de tensión que, según la denuncia, culminó en la agresión.
En un segundo registro, con un plano más abierto, se ve al anciano ubicado en una esquina del ambiente. De manera repentina, al menos cuatro empleadas se acercan y lo rodean, momento que la familia identifica como el inicio del ataque.
En otro video publicado por su nieta, Héctor fue entrevistado por sus propios familiares. Allí relató que durante el episodio varias personas lo sostenían de las manos: “Qué bochinche que se armó, che. Yo vine a pagar sin querer. Se armó la joda y yo también pagué”, expresó.
Consultado sobre por qué no dio aviso a sus nietas, respondió con angustia: “¿Qué te voy a avisar? No podía. Me quiero ir a la mierda, me quiero ir ahora mismo”.
“Esto fue sin querer, pero yo pagué como si fuera una persona que estaba en el problema”, lamentó finalmente el anciano, mientras la investigación avanza para esclarecer responsabilidades y determinar eventuales sanciones.
