El ministro de Economía confirmó este lunes que el Gobierno nacional trabaja en una serie de desregulaciones con el objetivo de facilitar el uso de dólares en la vida cotidiana sin que los ciudadanos deban dar explicaciones sobre el origen de esos fondos. “Queremos que se usen los dólares sin dar explicaciones”, sostuvo el funcionario en declaraciones públicas.
Caputo afirmó que el propósito central de esta iniciativa es alentar a la población a utilizar sus reservas en moneda extranjera, ya sea guardadas “en el colchón, caja de seguridad o donde sea”, para activar el consumo y remonetizar la economía. Según explicó, lo más lógico es que dicho proceso se lleve a cabo utilizando dólares.
“No compro el cuento de que la gente no gasta sus dólares. La realidad es que no lo hacen porque les rompen los cocos”, expresó con crudeza el titular del Palacio de Hacienda, señalando que el exceso de controles desalienta la circulación de divisas en el mercado interno.
Las medidas, según detalló, involucrarán acciones coordinadas entre el Banco Central, el Ministerio de Economía y la Administración Federal de Ingresos Públicos (ARCA). “Para que sea un país normal, nadie te pide explicaciones de cómo gastás la plata”, argumentó.
Además, Caputo insistió en la necesidad de impulsar un cambio cultural que permita operar sin declarar cada transacción. “La idea es no dar explicaciones sobre lo que gastes, más allá de que no estaba bancarizado”, remarcó.
En otro pasaje, fue consultado sobre la continuidad de la baja de retenciones al sector agropecuario. Evitó confirmar si se mantendrá, aunque admitió que, si las condiciones macroeconómicas lo permiten, “siempre hay posibilidades de bajar retenciones”. Explicó que la reducción temporal respondía al temor de una posible sequía que no se concretó.
Finalmente, proyectó un futuro auspicioso para el país basado en el potencial del agro y la energía: “Dentro de pocos años, el campo y la energía nos van a dar dos campos”. A pesar de ello, advirtió que el problema estructural de la Argentina no está en los dólares, sino en la recaudación fiscal, y alertó que “no hay margen para errar” en el orden y la secuencia de una baja impositiva.