En una heroica actuación, Los Pumas dieron vuelta el partido ante Escocia y ganaron 33-24. Tras el contundente triunfo frente a Gales, el seleccionado argentino volvió a mostrarse firme en Murrayfield y consiguió revertir un marcador que había llegado a ser 21-0 en su contra.
Escocia presentó una sola variante con respecto al choque previo ante Nueva Zelanda: Rory Darge ingresó de titular en la tercera línea y Matt Fagerson pasó al banco, una apuesta táctica para reforzar la disputa física y el trabajo en el breakdown. Entre las figuras locales se destacaba Darcy Graham, quien cumplió cincuenta partidos con su selección y llegaba con el antecedente de tres tries ante Argentina en la victoria 52-29 de 2022. Además, el banco se conformó con cinco forwards y tres backs, reflejando la búsqueda de músculo para enfrentar el poderío sudamericano.
Argentina, dirigida por Felipe Contepomi, afrontó un desafío que no solo era intenso desde el juego, sino determinante de cara al mediano plazo. Conservar la sexta posición en el ranking mundial —clave para ser cabeza de serie en el próximo sorteo mundialista— era una prioridad. El sólido 52-28 sobre Gales había reforzado la confianza del plantel, que sabía que cada punto podía modificar su estatus de aquí a la temporada 2026-2027.
El antecedente inmediato en Edimburgo no favorecía a los Pumas, derrotados 52-29 en 2022, aunque ese mismo año sí habían mostrado una mejor versión jugando como locales. En el historial general, los europeos dominaban por un margen mínimo, con trece victorias frente a doce argentinas en veinticinco enfrentamientos oficiales.
El XV escocés presentó nombres de trayectoria como Stuart Hogg —con 95 caps—, Finn Russell a cargo de la conducción y una tercera línea renovada con Darge, Jamie Ritchie y Jack Dempsey. Enfrente, Argentina apostó a una formación de gran potencia física y jerarquía: Montoya como capitán, Guido Petti como referencia en la segunda línea y un ataque sustentado en las capacidades de Mateo Carreras y Juan Cruz Mallía, este último también en rol de vicecapitán.
Entre los puntos clave a observar aparecían el impacto de Darcy Graham en su test número cincuenta y la respuesta del pack argentino ante la fortaleza escocesa, especialmente en el juego corto. Además, el equilibrio del historial reciente —doce triunfos para Argentina y trece para Escocia— le agregaba a este cruce un condimento extra de rivalidad.
Todo lo previo anticipaba un partido de ritmo alto, abierto y de fuerte carga ofensiva, donde la precisión táctica y el funcionamiento en las formaciones serían decisivos. El árbitro irlandés Andrew Brace estuvo a cargo de dirigir un test match que no solo apeló a la tradición de ambos seleccionados, sino también a su proyección mundial a dos años de Australia 2027.
El encuentro en el estadio de Edimburgo tuvo todos los condimentos de un duelo decisivo, y Los Pumas terminaron quedándose con una victoria épica por 33-24 en los minutos finales. Pese a que Escocia dominó al inicio y llegó a sacar una diferencia de tres tries, el conjunto argentino encontró reacción en la última media hora. Julián Montoya, Rodrigo Isgró, Pedro Rubiolo, Pablo Matera y Justo Piccardo apoyaron los tries que sostuvieron la remontada, mientras Santiago Carreras aportó las conversiones. Para ambos seleccionados, el compromiso tenía un peso estratégico: el ranking mundial y una ubicación favorable para el sorteo del Mundial Australia 2027 estaban en juego.








