La Cámara de Representantes de Estados Unidos se dispone este miércoles a votar una iniciativa clave que podría poner punto final al cierre de Gobierno más extenso en la historia del país, tras seis semanas de parálisis administrativa y tensiones entre republicanos y demócratas.
El proyecto, que contempla la extensión de los fondos federales hasta enero, fue aprobado el lunes por el Senado, con el apoyo decisivo de ocho senadores demócratas que se apartaron de su bancada para respaldar la propuesta impulsada por el oficialismo republicano y el presidente Donald Trump.
Durante un discurso por el Día de los Veteranos en el Cementerio Nacional de Arlington, Trump aprovechó la ocasión para felicitar a los líderes de su partido, calificando el avance legislativo como una “gran victoria política”.
“Felicitaciones a ti y a John y a todos por una gran victoria”, expresó el mandatario al dirigirse al presidente de la Cámara, Mike Johnson, y al líder de la mayoría en el Senado, John Thune. “Estamos reabriendo nuestro país; nunca debió haber sido cerrado”, añadió.
Más tarde, Trump manifestó su confianza en que la Cámara Baja aprobará la medida: “Solo la gente que odia a nuestro país quiere verlo cerrado”, declaró en una entrevista con ESPN.
La votación de este miércoles marca el desenlace de una crisis política de seis semanas que dejó a más de un millón de empleados federales sin percibir sus salarios, interrumpió programas de asistencia alimentaria y provocó miles de cancelaciones y demoras aéreas en vísperas del feriado de Acción de Gracias.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió el martes sobre el riesgo de un agravamiento si no se aprueba el texto. “Las aerolíneas deberán hacer cálculos serios sobre si continúan volando o no. Así de simple”, advirtió durante una conferencia en el aeropuerto internacional O’Hare de Chicago, alertando sobre los retrasos y la falta de pago a los controladores aéreos.
Demócratas divididos ante la votación
Los principales referentes demócratas han reiterado su rechazo al proyecto de gasto, ya que no contempla la prórroga de los subsidios al seguro médico, una de las prioridades de su plataforma política.
“La atención médica de la gente en todo este país está al borde de volverse inasequible”, sostuvo el líder de la bancada demócrata en la Cámara, Hakeem Jeffries, quien prometió seguir impulsando medidas para reducir los costos de salud.
Aun así, la aprobación parece probable, dado que el texto requiere una mayoría simple que los republicanos mantienen por un margen estrecho.
Sin embargo, la votación ha profundizado las diferencias internas dentro del Partido Demócrata. Algunos dirigentes sostienen que la bancada debió mantener la presión hasta obtener una negociación que garantizara la extensión de los subsidios sanitarios, los cuales vencen a fin de año.
“Patético”, escribió en la red social X el gobernador de California, Gavin Newsom —considerado uno de los principales aspirantes demócratas a la presidencia en 2028—, al cuestionar el acuerdo alcanzado en el Senado.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, también enfrentó críticas dentro de su partido por no haber logrado mantener un frente unificado en la votación del lunes.
