La Cámara Federal de Casación Penal le solicitó al Tribunal Oral Federal (TOF) 7 que agilice el juicio oral por el caso conocido como los “cuadernos de la corrupción”, en el que se encuentran acusados la ex presidenta Cristina Kirchner, ex funcionarios de su gobierno y los empresarios más importantes del rubro de la construcción en Argentina.
La decisión fue tomada por los jueces Diego Barroetaveña, Daniel Petrone y Gustavo Hornos, quienes en un fallo al que accedió Infobae consideraron que el tribunal debe revisar la modalidad de juicio que eligió con el fin de lograr “una más pronta finalización” del proceso judicial.
El debate oral tiene fecha de inicio para el 6 de noviembre. Dada la magnitud del caso, el TOF 7 resolvió que se realizará por videoconferencia, ya que no hay una sala que permita albergar a los casi 100 imputados, sus defensores, fiscales y demás personal necesario. Además, se estableció que las audiencias se llevarán a cabo una vez por semana.
Uno de los acusados, el empresario Gabriel Romero, presentó una objeción solicitando que el juicio se realice de forma presencial. El tribunal rechazó ese pedido, y su defensa apeló ante Casación. Si bien la Sala I también desestimó el recurso por no tratarse de una sentencia definitiva, los jueces expresaron sus opiniones al respecto.
El magistrado Barroetaveña sostuvo que “más allá del acierto o error de lo decidido por el tribunal oral en cuanto a la rigurosidad de los requisitos impuestos a las partes para que las audiencias puedan llevarse a cabo de manera presencial y semipresencial, lo cual limita a nuestro entender el dinamismo inherente al debate oral y público, corresponde rechazar la queja interpuesta, con costas y tener presente la reserva del caso federal”.
En esa línea, agregó: “Habida cuenta de que el tribunal limitó la celebración de las respectivas audiencias a todos los jueves hábiles subsiguientes al 6 de noviembre del año en curso hasta su finalización, no sería ocioso que revise el criterio adoptado tomando en cuenta una más pronta finalización del juicio”.
Por su parte, el camarista Petrone advirtió que “no puede dejar de recordarse que la utilización de plataformas virtuales para llevar adelante tales actos procesales debe ser siempre sopesada de modo tal que no cause una afectación a las garantías esenciales de la defensa en juicio del justiciable, entre las que se encuentra su derecho a comparecer ante el Tribunal”. Hornos adhirió a la postura de sus colegas.
El juicio por los cuadernos será el mayor proceso judicial vinculado a la corrupción en la historia argentina. Involucra a las máximas autoridades del gobierno de Cristina Kirchner y a reconocidos empresarios como Angelo Calcaterra —primo del ex presidente Mauricio Macri—, Benito Roggio y Carlos Wagner, entre otros.
La causa se centra en el presunto pago de sobornos para la asignación irregular de obra pública, una maniobra que salió a la luz gracias a las anotaciones que llevaba en sus cuadernos Oscar Centeno, chofer del ex funcionario de Planificación Federal Roberto Baratta.
Antes del inicio formal del juicio, el TOF 7 convocó a una audiencia para el 24 de septiembre a las 10 de la mañana. Están citados los abogados defensores —no los imputados— con el objetivo de coordinar la organización de las audiencias, ajustar detalles y reducir la lista de testigos aceptados, que supera las 600 personas.
Los jueces del tribunal propusieron a las partes “limitar la prueba sobre la que versará el juicio oral y público a aquella que resulte de imprescindible producción y evitar la reiteración de las efectuadas para la acreditación de hechos notorios no controvertidos”.