En continuidad con el discurso emitido por cadena nacional el viernes por la noche, la Oficina del Presidente Javier Milei publicó en la red social X un extenso escrito en el que el mandatario desarrolló, desde una óptica teórica, por qué considera que los recientes incrementos en el valor del dólar no provocarán un aumento de la inflación. Según el jefe de Estado, la causa fundamental de la suba general de precios se encuentra en la política monetaria y no en la variación del tipo de cambio.
En el texto, titulado Aspectos esenciales del análisis monetario, Milei remarcó que la mayoría de los analistas han fallado en sus pronósticos económicos y persisten en lo que califica como “errores analíticos” previos al cambio de gobierno. Desde su perspectiva, las afirmaciones sobre un traspaso directo de la devaluación a los precios constituyen un equívoco que denota desconocimiento de la teoría monetaria.
El documento se organiza en cinco apartados. En el primero, el presidente analiza el origen y naturaleza del dinero, repasando cómo las sociedades pasaron del trueque al dinero mercancía y posteriormente al metálico, hasta la creación del papel moneda respaldado por el Estado. Explica que el dinero es únicamente un medio de intercambio y que su demanda está directamente vinculada a la demanda total de bienes y servicios.
En el segundo apartado, Milei sostiene que “la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario”, citando a Milton Friedman, y que se genera únicamente cuando hay un exceso de oferta de dinero. Según su exposición, el alza del dólar no es la causa, sino una consecuencia más visible y rápida que otros precios cuando existe un desbalance monetario.
Luego introduce el “efecto Hume-Cantillon” para explicar que los cambios monetarios impactan primero en el mercado financiero y luego, de manera progresiva, en los bienes transables, precios mayoristas, minoristas y, finalmente, salarios. Advierte que la lucha contra la inflación requiere paciencia, ya que una política monetaria consistente necesita entre 18 y 24 meses para mostrar resultados sostenibles.
En el cuarto apartado, Milei desarrolla una crítica a la noción de “passthrough” desde la teoría económica, señalando inconsistencias lógicas y argumentando que el precio del dólar es endógeno en un modelo de equilibrio general. Retoma citas de economistas como Carl Menger, David Hume, Richard Cantillon, Carl Wicksell y Robert Lucas para respaldar su enfoque.
Finalmente, en sus “Reflexiones finales”, el presidente insiste en que sin convalidación monetaria por parte del Banco Central, un aumento del dólar no puede trasladarse a los precios generales. Atribuye la persistencia de esta creencia a la experiencia histórica argentina, donde el alza de la divisa y la inflación han coincidido por décadas, salvo durante la Convertibilidad. Cierra con un mensaje político en el que responsabiliza a la “casta” por el déficit fiscal y la emisión monetaria, recordando que el país ha destruido cinco signos monetarios y eliminado trece ceros de su moneda.
“Por el bien de los argentinos deseo que asimilen la lección. Que DIOS bendiga a los argentinos. Y que las Fuerzas del Cielo nos acompañen”, concluye Milei en su escrito.