Javier Milei reivindicó su alianza con Donald Trump en la ONU y exigió la liberación del gendarme secuestrado en Venezuela

El presidente argentino habló ante la Asamblea General en Nueva York, donde defendió la libertad individual, criticó la expansión estatal y cuestionó las “extralimitaciones” de Naciones Unidas. También pidió por la liberación de Nahuel Gallo, retenido en Venezuela.

Javier Milei reivindicó ante la ONU su alianza con Trump y pidió la liberación del gendarme secuestrado en Venezuela.Foto Reuters.

El presidente Javier Milei inició este miércoles una cargada agenda internacional en Nueva York con un discurso en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Allí, reivindicó su vínculo político con Donald Trump y exigió la liberación del gendarme argentino Nahuel Gallo, quien continúa secuestrado por el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

Un mensaje centrado en la libertad

Durante su intervención, Milei destacó la nueva orientación de la política exterior argentina, basada en la defensa de la libertad y los derechos individuales. “En esta misma asamblea presenté una nueva orientación en política exterior para la Argentina. Sostuvimos que era imperativo un retorno a las ideas de la libertad, a los principios importantes que sostienen la dignidad de la vida, la libertad y la propiedad de todos los individuos bajo la ley”, afirmó.

El mandatario cuestionó el rumbo que tomó Naciones Unidas en las últimas décadas. Señaló que el organismo, que nació con la vocación de promover la paz entre Estados soberanos, terminó transformándose en una estructura supranacional de burócratas que buscan imponer un modo de vida uniforme a todos los ciudadanos del planeta.

En esa línea, subrayó que la ONU pasó de mediar en conflictos a “pretender decidir no solo qué debe hacer cada nación, sino también cada individuo en las distintas latitudes del planeta”. Pese a esas críticas, Milei aclaró que defiende el espíritu fundacional del organismo y llamó a evitar “extralimitaciones” en las agendas que calificó como “nobles”.

Defensa de los derechos individuales

El jefe de Estado remarcó la coherencia de su gobierno en la defensa de libertades individuales y comerciales. “Como sostuvimos el año pasado, no acompañaremos nunca el cercenamiento de libertades individuales, comerciales ni la violación de los derechos naturales de los ciudadanos de los estados miembro. Y durante el último año y medio hemos votado en consecuencia”, aseguró.

Más adelante, planteó que la humanidad atraviesa una encrucijada entre el presente y el futuro, un dilema político, económico y filosófico que condicionará el destino global. “Los líderes tienen frente a sí la decisión de preservar el legado que recibieron o destruirlo”, afirmó, al definir ese legado como la riqueza acumulada, la capacidad productiva y las instituciones que garantizan el bien común.

Con un enfoque económico, sostuvo que la clave está en mantener un equilibrio entre el bienestar presente y la inversión futura: “Si yo dispongo de un ahorro hoy, lo pierdo para mañana. El pan de hoy no debe significar hambre mañana”.

Críticas a la clase política y al gasto público

En otro tramo de su discurso, Milei dirigió sus cuestionamientos hacia el rol del Estado y la clase política, a quienes acusó de priorizar beneficios inmediatos a costa del futuro. “El político siempre gana poder cuando agranda el Estado a expensas de las libertades de los ciudadanos”, señaló.

Además, apuntó contra el incremento del gasto público, al que definió como una “orgía” que destruye riqueza en lugar de generarla. Utilizó una metáfora para reforzar su idea: “Si un hombre grande es aquel que siembra árboles cuyas sombras nunca disfrutará, el que tala los árboles que otros sembraron para construir su silla de poder es un hombre miserable y despreciable”.

Milei advirtió que este patrón de populismo y redistribución se repite en la mayoría de las naciones, alimentando la envidia y el resentimiento social. Según su diagnóstico, ese proceso conduce a jóvenes desamparados frente a Estados que solo buscan explotarlos.

La ONU y sus “desvíos” institucionales

El presidente también cuestionó el funcionamiento de Naciones Unidas y de otros organismos internacionales, a los que acusó de haber multiplicado agencias y programas hasta volverse estructuras burocráticas ineficientes y alejadas de su misión original.

Por último, diferenció la inmigración de la invasión y alertó sobre la apertura indiscriminada de fronteras con fines políticos. “Las medidas de expansión fiscal, la expansión monetaria y la expansión del poder estatal por encima de los individuos conforman un patrón que se repite en todo el mundo, incluso en el mundo libre”, subrayó.

Con un discurso de fuerte impronta ideológica, Milei cerró su presentación en la ONU reafirmando que Argentina no acompañará políticas que violen derechos ni restrinjan la libertad individual, al tiempo que reclamó la liberación del gendarme argentino detenido en Venezuela.

La comitiva argentina que acompañó a Javier Milei en la ONU.

Cuatro ejes finales

En el cierre de su discurso, Milei enumeró cuatro puntos centrales:

  1. Malvinas: reiteró el reclamo de soberanía sobre las islas y llamó al Reino Unido a retomar las negociaciones en línea con la resolución 2065 de la ONU.
  2. Terrorismo: condenó la violencia fundamentalista y recordó los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA, instando al respeto de las circulares rojas de Interpol.
  3. Violencia política: denunció el avance de grupos de izquierda que recurren a la fuerza en lugar del debate democrático.
  4. Nahuel Gallo: exigió la liberación del gendarme argentino secuestrado en Venezuela y pidió respaldo internacional para que se respete “la dignidad humana y los principios básicos del derecho internacional”.

Con un mensaje que combinó la reivindicación de la libertad, la crítica a los organismos internacionales y un firme alineamiento con Trump, Milei buscó instalar su agenda en el escenario global.

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