El gobernador Gildo Insfrán volvió a confirmar su poderío político en Formosa con una nueva victoria arrasadora en las elecciones de este domingo. Con más del 60% de las mesas escrutadas, el oficialismo obtenía alrededor del 65% de los votos, tanto en la elección de convencionales constituyentes como en la de legisladores provinciales. Este triunfo le garantiza al mandatario el control absoluto de la Legislatura y le allana el camino para avanzar con una reforma constitucional que le permita postularse nuevamente.
La victoria fue celebrada por dirigentes del kirchnerismo a nivel nacional, entre ellos Cristina Fernández de Kirchner, quien felicitó tanto a Insfrán como a Juan Monteverde, ganador del peronismo K en Rosario.
El gobernador formoseño, anticipándose a un posible fallo adverso de la Corte Suprema sobre la cláusula de reelección indefinida, impulsó una ley que declara la necesidad de una reforma total de la Constitución provincial. Esta carta magna fue modificada por última vez a comienzos de siglo, cuando Insfrán transitaba su segundo mandato. Gracias a su mayoría abrumadora en la Legislatura unicameral, el proyecto avanzó sin obstáculos. El fallo de la Corte llegó tarde: el proceso ya estaba en marcha.
Ahora, Insfrán se dispone a controlar la Convención Constituyente que será convocada en los próximos meses. Se espera que este cuerpo anule el artículo cuestionado y le habilite una nueva postulación en 2027. La argumentación es que, con la nueva Constitución, el período actual sería considerado el primero de una nueva cuenta, lo que permitiría una suerte de “última danza” del caudillo justicialista.
Con esta nueva victoria, el gobernador podrá continuar exhibiendo el llamado “modelo formoseño” como una gestión respaldada por amplias mayorías y consolidar su rol como líder indiscutido de la política provincial. En la Legislatura, mantendrá sin sobresaltos una mayoría calificada.
Por otro lado, el dato novedoso de los comicios fue el debut auspicioso de La Libertad Avanza. El espacio libertario alcanzó el 10% de los sufragios y logró instalarse en un territorio históricamente adverso a las alternativas al justicialismo. A diferencia de lo ocurrido en otras provincias, lo hizo sin el respaldo de figuras nacionales. LLA construyó una identidad propia y logró despegarse del eje de tensión entre oficialismo y oposición tradicional.
El candidato a diputado provincial y presidente de LLA Formosa, Esteban López Tozzi, encabezó una lista que representó un ideario opuesto al predominante en la provincia. Este crecimiento debería ser motivo de celebración en la Casa Rosada, donde la marca libertaria se mimetiza cada vez más con el nombre del presidente Javier Milei. Para muchos votantes, poner la boleta violeta es votar por él.
El resultado también deja al descubierto el estancamiento de los partidos de la oposición tradicional. Ni siquiera juntos pudieron superar su rol secundario. Intentaron mostrarse como una alternativa libertaria bis, pero fracasaron en ese intento también.
La Confederación Frente Amplio Formoseño fue la segunda fuerza más votada, pero con apenas poco más del 21% volvió a quedar demasiado lejos del PJ. Su estrategia, similar a la adoptada en otras provincias, apuntó a capitalizar el descontento centrado en las prácticas clientelares atribuidas a Insfrán. Pero reducir la complejidad del electorado formoseño a la “compra de voluntades” no alcanzó para seducir a una ciudadanía que, al menos en las urnas, sigue eligiendo al actual gobernador.
Este enfoque opositor, que pone en el centro del análisis el supuesto sometimiento del electorado a mecanismos de control y dádivas, puede dar algunos momentos de notoriedad, pero no ha servido para disputar el poder real. La irrupción de La Libertad Avanza expuso los límites de esa narrativa. Sin una autocrítica profunda, todo indica que en los próximos comicios el verdadero duelo será entre el PJ y el espacio libertario.