Gildo Insfrán volvió a ganar en Formosa y lo hizo con números que confirman su dominio absoluto en la provincia: obtuvo el 67% de los votos y triplicó al segundo más votado. Pero en Formosa, donde el peronismo lleva décadas sin perder, ese tipo de triunfos ya no se celebran con euforia. A pesar de que la elección del domingo fue la de mayor participación del año, con un 65,8% de asistencia, las calles se mantuvieron calmas y los festejos fueron casi inexistentes.
Con este nuevo respaldo en las urnas, Insfrán pone en marcha su próximo objetivo: la reforma de la Constitución provincial. En los próximos diez días comenzará a sesionar la convención constituyente, que tiene como tarea principal adecuar la Carta Magna al fallo de la Corte Suprema, especialmente en lo relativo al artículo 132, que hoy permite la reelección indefinida del gobernador.
El resultado electoral le dio al Partido Justicialista 21 de las 30 bancas de la convención, lo que garantiza el control absoluto del proceso. La Confederación Frente Amplio obtuvo 6 lugares, mientras que La Libertad Avanza logró apenas 3. Se espera que la convención esté presidida por Graciela de la Rosa, figura de extrema confianza de Insfrán, ex ministra, ex senadora y ex miembro de la Auditoría General de la Nación.
El objetivo oficial es limitar las reelecciones a una sola, como marcan los estándares democráticos y exige el fallo judicial, aunque en los hechos la reforma podría terminar convalidando el prolongado liderazgo de Insfrán, quien gobierna Formosa desde 1995 y fue vicegobernador entre 1987 y 1995. Si decide continuar, podría alcanzar los 40 años en el poder en 2027.
“Los canales porteños creen que me voy a quedar hasta los 200 años, que no se preocupen. En Formosa deciden los formoseños, los de afuera son de palo”, ironizó Insfrán tras emitir su voto en su pueblo natal, Laguna Blanca.
En la oposición, la resignación dominó el clima postelectoral. El senador Francisco Paoltroni, de la Confederación Frente Amplio, fue el único que mantenía la expectativa de una sorpresa. Lejos de eso, volvió a insistir con el pedido de intervención federal. Desde Nación, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, descartó esa posibilidad: “No tendríamos ninguna posibilidad”, dijo, al admitir que no cuentan con los votos necesarios en el Congreso para avanzar con una medida de ese calibre.