Luego de una semana de trabajo en Buenos Aires, la visita técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) cerró la primera revisión correspondiente al nuevo programa firmado con Argentina en abril. Bikas Joshi, al frente de la delegación del organismo, informó que las reuniones con las autoridades locales mantuvieron un tono constructivo y positivo.
Desde el Fondo subrayaron que, en el marco de esta evaluación, seguirán trabajando en las próximas jornadas para precisar detalles y comunicarán los pasos a seguir en el momento oportuno. El Ministerio de Economía, por su parte, no realizó declaraciones sobre el desarrollo ni el tenor de las negociaciones durante la visita.
Uno de los principales puntos de análisis fue la acumulación de reservas internacionales en el Banco Central, objetivo central del acuerdo vigente. El Gobierno argentino no alcanzó la meta estipulada, por lo que se anticipa la concesión de un waiver —una exención o “perdón”— por parte del organismo multilateral.
En este contexto, Vladimir Werning, vicepresidente del Banco Central, aseguró que las reservas actuales son suficientes e incluso exceden lo necesario para la macroeconomía nacional. En un evento del Instituto Internacional de Finanzas (IIF) realizado en la sede del Banco Galicia, Werning destacó que de los 12.000 millones de dólares facilitados por el FMI, no se vendió ninguna parte y que el Tesoro adquirió reservas para cumplir compromisos con bonos. Además, afirmó que la necesidad de reservas disminuirá en la medida que el país recupere acceso al mercado financiero internacional.
Según datos del mercado, al 13 de junio —fecha original para el corte de evaluación— la brecha entre la meta oficial y las reservas acumuladas rondaba los 4.000 millones de dólares.
En otro punto de la agenda, José Luis Daza, viceministro de Economía, explicó que el fuerte incremento registrado en mayo en contratos de dólar futuro por parte del Banco Central estuvo vinculado a un acuerdo específico que distorsionaba el mercado. Aseguró que esta intervención fue conversada y acordada con el FMI dentro del marco del nuevo programa.
Durante una presentación ante inversores en Tucumán, organizada por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), Daza reiteró que la política cambiaria mantiene un régimen de tipo de cambio flexible, determinado por la oferta y la demanda, y negó que las acciones de intervención impliquen una ruptura de compromisos con el Fondo.