La clasificación del Gran Premio de Las Vegas 2025 quedará marcada como una de las más intensas, impredecibles y peligrosas de toda la temporada de F-1. En medio de un diluvio que no dio respiro y sobre un circuito callejero ya de por sí exigente, cada vuelta fue una verdadera lucha por sobrevivir. En ese caos, Lando Norris se llevó una pole position histórica, superando a Max Verstappen en el cierre de una Q3 que se definió con el auto prácticamente flotando sobre el asfalto.
La pesadilla comenzó desde la tercera práctica libre, donde la combinación de lluvia torrencial, baja visibilidad y muros muy cercanos convirtió el recorrido en una pista de patinaje. Ningún piloto conseguía completar una vuelta limpia sin rozar un muro.
Franco Colapinto, que había perdido más de media hora detenido en boxes para evitar daños y no comprometer la clasificación, no pudo girar demasiado. Aun así, terminó la práctica en un meritorio decimosexto puesto, demostrando que tenía potencial si el clima se estabilizaba. La FP3 la lideró George Russell, seguido por el siempre peligroso Max Verstappen, y un sorprendente avance de Williams, que se ubicó tercero y ratificó el progreso mostrado. Cuarto quedó Racing Bulls, que mantiene un ritmo firme, y quinto Lewis Hamilton, aunque su noche terminaría en una noticia inesperada y dolorosa para su historial.
Con el inicio de la Q1, la lluvia se intensificó y todos debieron salir con neumáticos de lluvia extrema. La sesión fue un desfile constante de autos deslizándose, frenando tarde, bloqueando ruedas y escapándose hacia las zonas de seguridad. En ese escenario cambiante y traicionero, Colapinto encontró en el último intento una vuelta sólida y logró meterse en la Q2, lo cual fue celebrado en el box argentino. El francés del otro Alpine, Pierre Gasly, también avanzó gracias a un manejo fino en medio de un caos colectivo.
La Q2 no dio tregua. Las condiciones empeoraron, los autos parecían de rally y era frecuente ver a los pilotos recuperar el control por milímetros. Colapinto estuvo a un paso de meterse en la Q3, algo que hubiera sido monumental. Pero en la anteúltima vuelta, apenas tocó un piano mojado y el auto se deslizó lo suficiente como para arruinar su tiempo. Para el último intento ya no tenía batería disponible y los neumáticos estaban demasiado calientes, por lo que quedó afuera por muy poco. Igual marcó un puesto quince valioso para la carrera.
Norris y su vuelta perfecta bajo la lluvia
La Q3 fue directamente una batalla mano a mano, vuelta a vuelta, sin respiro. Como no se usaron neumáticos slick, los juegos de lluvia permitieron girar y girar sin entrar a boxes, esperando el instante ideal donde la pista diera una mínima ventana. Las posiciones cambiaban minuto a minuto. Y en el momento decisivo, apareció la vuelta perfecta: Lando Norris clavó el uno, superó a Max Verstappen, y relegó al sorprendente Carlos Sainz con el Williams a la tercera posición. Russell quedó cuarto tras haber brillado en las sesiones anteriores, y quinto Oscar Piastri, que salvó un día complicadísimo.
A partir de ahí, el top ten se completó con grandes actuaciones: Liam Lawson para Racing Bulls con un ritmo ascendente, Fernando Alonso siempre preciso con Aston Martin en condiciones extremas, Isack Hadjar firme en el octavo lugar, Charles Leclerc llevando una Ferrari muy inestable hasta el noveno y Pierre Gasly cerrando el décimo puesto con Alpine.
La noche de F-1 en Las Vegas que Hamilton no olvidará
Pero el golpe emocional de la clasificación llegó con Lewis Hamilton, que por primera vez en toda su carrera terminó en la última posición. En un año durísimo, sin podios, sin auto competitivo y sin respuestas técnicas, el vigésimo puesto fue un golpe inesperado e histórico. Jamás había quedado último en una quali.
La sensación final fue clara: nadie logró encontrar una puesta a punto confiable para un trazado que exige precisión milimétrica. La segunda recta, de casi dos kilómetros, obliga a frenar desde 350 km/h en una superficie mojada y cambiante. La primera vuelta de la carrera será, sin dudas, un momento de altísimo riesgo y tensión.
La noche de Las Vegas promete emociones fuertes y resultados impredecibles. Franco Colapinto, desde el puesto quince, tendrá la oportunidad de aprovechar cualquier caos que se desate adelante. Y en la lucha por el campeonato, Lando Norris llega con una pole crucial en un escenario que puede definir buena parte del futuro inmediato del torneo.
