El Examen Único de Residencias médicas en Argentina vivió este miércoles una instancia clave. Un total de 141 médicos, en su mayoría extranjeros, fueron convocados a rendir nuevamente la evaluación en el Palacio Libertad bajo estrictas medidas de seguridad, luego de detectarse posibles fraudes durante la primera instancia realizada el 1° de julio en Parque Roca.
A través de una publicación en X, el ministro de Salud, Mario Lugones, informó que “rindieron 117 de los 141 aspirantes a residencias médicas para validar sus notas. De este total, 109 son extranjeros. Desde el Ministerio de Salud priorizamos el mérito: ante los resultados irregulares, tienen que revalidar su nota y demostrar su formación”.
“Detrás de cada médico hay pacientes que merecen atención segura y de calidad. Defender el mérito es cuidar la salud de los argentinos”, agregó el funcionario.
Entre los presentes también se encontraba el médico ecuatoriano que fue denunciado por intentar copiarse usando lentes digitales con cámara, hecho que había sido confirmado previamente por las autoridades.
El Ministerio de Salud de la Nación, bajo la dirección de Lugones, dispuso esta convocatoria extraordinaria para los postulantes cuyos resultados en el primer examen resultaron incongruentes. Uno de ellos fue denunciado penalmente por usar lentes con cámara para registrar las preguntas.
El secretario de Gestión Sanitaria, Guillermo Vilches, explicó: “La bibliografía contempla un 100% de preguntas nuevas respecto de las anteriores. Si la nueva nota no es compatible o congruente con la anterior, no podrá adjudicarse la residencia. Si alguien obtiene 90 puntos en condiciones normales de seguridad, el resultado es válido. Se trata de un examen con 117 postulantes, lo que dificulta cualquier intento de copia”.
La convocatoria, realizada mediante la Disposición 61/2025 y la Resolución Ministerial N° 2274/25, fue dirigida a médicos que habían obtenido más de 86 puntos en el examen del 1 de julio, pero cuyos antecedentes académicos generaban dudas. De los 268 casos sospechosos, se convocó a 141 personas, de las cuales se presentaron 117.
La semana pasada, el Ministerio de Salud había anticipado que “141 profesionales deberán volver a rendir el examen escrito el 7 de agosto ya que no se pudo constatar la coherencia académica de acuerdo a los criterios técnicos aprobados mediante la Resolución 2303/2025”. De ellos, solo 8 egresaron de universidades argentinas; los otros 133 estudiaron en el exterior.
Respecto al médico denunciado, Vilches aseguró: “No puede ser apartado porque no tenemos ninguna orden judicial que diga que lo tenemos que apartar. Está dando examen sin lentes y sin camarita. Existe la posibilidad de que sea responsable, pero hasta que la Justicia se expida, permanece inocente”.
El funcionario también detalló que “se presentó el 83% de los médicos que citamos. Hay 17 ausentes, que quedarán fuera de la adjudicación de las residencias este año. Seguramente entre los que están dando examen, hay muchos que son buenos alumnos y van a revalidar su nota”.
El nuevo examen consistió en una prueba escrita y presencial de 100 preguntas de opción múltiple sobre salud del niño, de la mujer, del adulto y salud pública. Los médicos tuvieron cuatro horas —de 9 a 13— para completarlo. La corrección se realizará exclusivamente sobre la grilla de respuestas entregada por cada participante.
Se mantendrá la nota original solo si el nuevo resultado no difiere más del 10% respecto del examen anterior. Si el nuevo puntaje es inferior, se tomará como válido, pero nunca podrá superar el original.
Para esta instancia, el Ministerio de Salud aplicó controles excepcionales: el ingreso con celulares, relojes inteligentes, anteojos electrónicos o calculadoras estuvo estrictamente prohibido. Durante el examen, los médicos solo pudieron salir del aula bajo supervisión y por causas justificadas, con el objetivo de evitar cualquier intento de trampa. Aquellos que no asistieron serán excluidos del orden de mérito de medicina 2025.
Finalizada la jornada, uno de los profesionales ecuatorianos comentó: “El examen fue más difícil. Me tomó una hora más hacerlo”. Y agregó: “Hubo bastantes preguntas que no estaban dentro de lo que había estudiado. Siento que estuve bastante dudoso, y creo que puedo sacar menos nota que en el anterior”.
La Dirección Nacional de Calidad y Desarrollo del Talento en Salud estuvo a cargo de la organización y fiscalización de la jornada, garantizando equidad y objetividad, tal como lo estableció el Ministerio.
El escándalo se desató tras la aparición de un video que mostraba a un postulante grabando el examen con anteojos con cámara oculta. La grabación, difundida en redes sociales, permitió su identificación mediante nombre y DNI. Tras este hallazgo, el Ministerio de Salud presentó una denuncia penal al detectar resultados atípicos y el uso de tecnología para cometer fraude. Una de las personas implicadas había obtenido 92 puntos sobre 100, tras haber sacado 69 en una evaluación previa.
El modus operandi incluía grabar las preguntas, salir del aula simulando ir al baño, enviar el material a alguien externo y regresar con las respuestas. Además, el Ministerio detectó grupos pagos en Telegram y WhatsApp donde se compartían respuestas, así como el uso de auriculares y otros dispositivos para recibir asistencia externa.
La investigación penal, presentada ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, apunta tanto a los autores materiales como a cómplices.
En X, Lugones concluyó: “Defender el mérito es asegurar calidad, compromiso y responsabilidad en la atención sanitaria”. A su vez, el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, informó que cerca del 45% de los 268 postulantes señalados son egresados de universidades extranjeras.