El papa León XIV utilizó su mensaje dominical tras el Ángelus en la Plaza de San Pedro para lanzar un contundente llamado internacional ante un nuevo secuestro masivo en Nigeria. El pontífice expresó su “inmensa tristeza” por el ataque contra la Escuela Secundaria Católica St. Mary’s, donde un grupo armado irrumpió durante la madrugada del viernes y se llevó a más de 300 personas, entre ellas alumnos de entre 10 y 18 años y una docena de docentes.
“Hago un llamamiento para que los rehenes sean liberados de inmediato e insto a las autoridades competentes a tomar las decisiones necesarias para garantizar su liberación”, afirmó el papa, quien además pidió rezar para que “las iglesias y las escuelas sigan siendo lugares de seguridad y esperanza”, en referencia al aumento de ataques contra instituciones educativas y religiosas en el país africano.
De acuerdo con la Asociación Cristiana de Nigeria, tras realizar el censo correspondiente, el número total de secuestrados asciende a 315 personas. El hecho ocurrió en la comunidad de Papiri, ubicada en el estado de Níger, una región que ha registrado un crecimiento de ataques perpetrados por grupos criminales armados que actúan durante la noche para llevar a cabo secuestros con fines de extorsión.
Este episodio se suma a otros hechos violentos ocurridos en la última semana: 25 niñas fueron raptadas en un internado del estado de Kebbi, mientras que un ataque contra la Iglesia Apostólica de Cristo en Eruku, en Kwara, dejó dos muertos y al menos 38 feligreses secuestrados, incluido el pastor. La escalada de violencia llevó al Gobierno nigeriano a cerrar temporalmente 41 internados en los estados de Níger, Kebbi, Plateau y Benue, considerados zonas de alto riesgo.
La directora de Educación Secundaria Superior del Ministerio Federal de Educación, Binta AbdulKadir, informó que la medida busca prevenir nuevos ataques, mientras fuerzas policiales y militares realizan operativos de búsqueda intensiva para localizar a los estudiantes y docentes raptados.
La Comisión de la Unión Africana también condenó el ataque y advirtió sobre el impacto del terrorismo, el extremismo violento y el bandidaje en la seguridad del país. El presidente del organismo, Mahmoud Ali Youssouf, calificó la situación como una “grave violación de los derechos de los niños en África” y reclamó mecanismos efectivos para llevar a los responsables ante la Justicia.
Nigeria enfrenta desde hace años una crisis de inseguridad marcada por bandas armadas y grupos yihadistas como Boko Haram y el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental. Solo el 37% de las escuelas en las zonas más afectadas cuenta con sistemas de alerta temprana, según datos de UNICEF de 2024.
Uno de los antecedentes más recordados es el secuestro de 276 niñas en Chibok en 2014 por parte de Boko Haram, de las cuales más de 90 siguen desaparecidas, lo que convirtió a los colegios en objetivo recurrente de ataques.
En este contexto, la Unión Africana reiteró su apoyo al Gobierno nigeriano y alentó la cooperación internacional para asegurar la liberación de los secuestrados y reforzar la protección de comunidades vulnerables.








