El papa León XIV expresó este domingo su profundo dolor por la situación en Gaza y lanzó un fuerte llamado a la paz, al término de la misa celebrada por el Jubileo de los Migrantes y del Mundo Misionero en la Plaza de San Pedro. Antes del rezo del Ángelus, el Sumo Pontífice instó a la comunidad internacional a redoblar los esfuerzos en las negociaciones.
“Sigo profundamente dolido por el inmenso sufrimiento del pueblo palestino en Gaza”, afirmó el Papa, quien además exhortó a las partes responsables “a comprometerse con decisión en este camino, a cesar el fuego y a liberar a los rehenes”. Pese al dramatismo del escenario, destacó que “se están dando algunos pasos significativos en las negociaciones de paz” y manifestó su esperanza de que “pronto puedan dar los frutos deseados”.
El Obispo de Roma invitó a los presentes a mantenerse unidos en oración “para que los esfuerzos en curso logren poner fin a la guerra y nos conduzcan hacia una paz justa y duradera”.
Además de la crisis en Medio Oriente, el Papa expresó su cercanía al pueblo filipino tras el fuerte terremoto que sacudió la región central del país el pasado 30 de septiembre. También dirigió palabras a los migrantes y misioneros, reiterando con fuerza: “En primer lugar, siempre, la dignidad humana”. En ese sentido, subrayó que “nadie debe ser obligado a partir ni ser explotado o maltratado por su condición de necesitado o de extranjero”.
Finalmente, el Pontífice condenó el resurgimiento del antisemitismo en el mundo, aludiendo al atentado contra una sinagoga en Mánchester. “No podemos permanecer indiferentes ante el odio”, advirtió, y llamó a que los creyentes sean “constructores de fraternidad y de esperanza”. Concluyó agradeciendo “a los tantísimos niños que, en todo el mundo, se han comprometido a rezar por esta intención” de paz.