El papa León XIV dejó en claro que continuará la senda trazada por Francisco y no impulsará reformas en los puntos más polémicos de la doctrina católica. Durante una entrevista con la periodista Elise Allen, recogida en el libro “León XIV: ciudadano del mundo, misionero del siglo XXI”, publicado este jueves en Lima, el sumo pontífice descartó cambios sobre el acceso de mujeres al diaconado, la inclusión plena de la comunidad LGBTQ+ o la aprobación del matrimonio igualitario.
“Es muy improbable, al menos en un futuro cercano, que la doctrina de la Iglesia se modifique en lo relativo a sexualidad y matrimonio”, afirmó el pontífice de origen peruano-estadounidense, quien fue elegido el pasado 8 de mayo de 2025. Aclaró, sin embargo, que continuará con la designación de mujeres en cargos de responsabilidad dentro de la Iglesia, aunque sin alterar la enseñanza tradicional.
En cuanto a la comunidad LGBTQ+, León XIV reconoció que se trata de un asunto “altamente polarizador”, pero subrayó: “Todos están invitados a entrar, aunque no los convoco por su identidad, sino como personas de fe”. De esta manera, se distancia de la apertura parcial que promovió Francisco, quien en 2023 autorizó las bendiciones a parejas del mismo sexo, una medida que generó resistencia entre los sectores conservadores.
El nuevo papa reafirmó además su respaldo al modelo de “familia tradicional”, definida como la unión entre padre, madre e hijos, y destacó la importancia de reforzarla frente a los cambios culturales y sociales de los últimos tiempos.
Otro de los temas centrales de la entrevista fue el de los abusos sexuales cometidos por clérigos. León XIV insistió en que las víctimas deben recibir “respeto y comprensión”, pero advirtió que la Iglesia no puede reducirse únicamente a ese problema. También señaló que, aunque la gran mayoría de las denuncias provienen de verdaderas víctimas, en algunos casos hubo acusaciones falsas, por lo que consideró fundamental proteger también los derechos de los acusados.
En el plano social, el pontífice expresó su inquietud por la creciente desigualdad entre los más ricos y los trabajadores, mencionando como ejemplo al empresario Elon Musk. “Si la riqueza material se convierte en lo único que importa, entonces estamos frente a un serio problema”, remarcó.
Respecto a los conflictos internacionales, León XIV se refirió tanto a la guerra en Gaza como a la invasión rusa en Ucrania. Sobre Medio Oriente, mencionó que algunos organismos de derechos humanos en Israel ya califican las acciones del gobierno de Netanyahu como posibles “actos de genocidio”, aunque subrayó la necesidad de distinguir entre la política estatal y la comunidad judía.
Por otro lado, descartó que el Vaticano pueda convertirse en mediador directo en el conflicto entre Rusia y Ucrania, aunque recordó que en más de una ocasión se ofreció a facilitar encuentros de negociación en territorio neutral bajo jurisdicción de la Iglesia.
Finalmente, destacó que recibió de manera privada al sacerdote estadounidense James Martin, reconocido por su acompañamiento pastoral a católicos homosexuales, pero evitó pronunciarse sobre la reciente peregrinación de 1.400 fieles LGBT+ al Vaticano durante el Jubileo.
Con estas declaraciones, León XIV reafirma su voluntad de dar continuidad al legado de Francisco, manteniendo la doctrina sin reformas de fondo en los asuntos más controvertidos, mientras intenta proyectar una imagen de diálogo y cercanía frente a los desafíos sociales y políticos del siglo XXI.