Una contundente señal de respaldo internacional al programa de reformas del gobierno de Javier Milei llegó este viernes desde Washington. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, informó que tuvo una conversación “muy buena” con Scott Bessent, principal asesor económico de Donald Trump y posible futuro Secretario del Tesoro de Estados Unidos, con el objetivo de coordinar el apoyo a la Argentina.
El anuncio fue realizado a través de la cuenta oficial de Georgieva en X (ex Twitter), donde confirmó que Estados Unidos trabaja en “amplios planes de asistencia financiera” para el país. Entre los instrumentos previstos aparece una herramienta clave: el uso de sus tenencias de Derechos Especiales de Giro (DEG), la moneda creada por el FMI.
“Muy buena llamada con @SecScottBessent sobre la coordinación del apoyo a las reformas integrales de Argentina”, escribió la titular del FMI. La referencia a Bessent no es un detalle menor, ya que es quien suena con más fuerza para encabezar el Tesoro norteamericano en caso de que Trump regrese a la Casa Blanca, lo que otorga a la charla una dimensión política de largo alcance.
En ese mismo mensaje, Georgieva subrayó: “Discutimos los amplios planes de Estados Unidos para la asistencia financiera, incluido el uso de las tenencias estadounidenses de DEG”.
El valor de los DEG para Argentina
Los Derechos Especiales de Giro (DEG, o SDR en inglés) constituyen un activo de reserva internacional creado por el FMI. Que Estados Unidos ponga a disposición la posibilidad de emplear sus propias tenencias de DEG para ayudar a la Argentina representa una muestra clara y contundente de apoyo, que podría significar un alivio financiero de magnitud para el Banco Central.
Finalmente, Georgieva cerró su mensaje con un guiño hacia las próximas negociaciones que mantiene el país en busca de un nuevo programa con el organismo multilateral. “Espero con interés las conversaciones con las autoridades argentinas en los próximos días”, expresó.
Este pronunciamiento se convirtió en la señal más explícita y coordinada hasta ahora de los dos principales actores del sistema financiero global en respaldo al plan de estabilización de la economía argentina.