Estados Unidos y Ucrania firmaron este miércoles 30 de abril de 2025 un acuerdo estratégico que habilita la explotación conjunta de recursos naturales ucranianos, en el marco de un nuevo Fondo de Inversión para la Reconstrucción. La medida fue anunciada oficialmente por el Departamento del Tesoro estadounidense y confirmada por las autoridades ucranianas en Washington.
El pacto, que contempla inversiones en sectores clave como el aluminio, grafito, petróleo y gas natural, se firmó “en reconocimiento al importante apoyo financiero y material que el pueblo estadounidense ha brindado a la defensa de Ucrania desde la invasión rusa”, según el comunicado oficial. El fondo tendrá una estructura con participación igualitaria, otorgando a cada país el 50% de los derechos de voto.
Desde Kiev, el Primer Ministro Denys Shmygal aseguró que se trató de un acuerdo “bueno, igualitario y beneficioso”, y remarcó que Ucrania mantendrá “el pleno control sobre su subsuelo, infraestructuras y recursos naturales”. Además, aclaró que los beneficios obtenidos del fondo serán reinvertidos exclusivamente dentro del país y que no se generará deuda por la ayuda militar y económica previa de Estados Unidos.
La ministra de Economía ucraniana, Yulia Svyrydenko, también celebró la firma del acuerdo, destacando que se trata de una herramienta clave para atraer inversiones internacionales a Ucrania en su proceso de reconstrucción tras el conflicto bélico.
El expresidente estadounidense Donald Trump, actualmente en funciones, respaldó el acuerdo al señalar que “la presencia estadounidense en el terreno beneficiará a Ucrania” al disuadir a “actores indeseados” de operar en las zonas de explotación. Sin embargo, mantuvo su postura crítica respecto a otorgar garantías de seguridad o apoyar el ingreso de Ucrania a la OTAN.
En paralelo, el secretario de Estado Marco Rubio advirtió que Estados Unidos se retirará de cualquier rol de mediación en el conflicto si Rusia y Ucrania no presentan “propuestas concretas” para la paz.
Aunque aún no trascendió el monto total de la inversión, el acuerdo marca un punto de inflexión en la relación bilateral entre ambos países, que ahora también estarán ligados económicamente por el acceso a recursos estratégicos fundamentales para la industria global.