El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este miércoles una advertencia contundente al Kremlin: si Vladimir Putin no detiene la guerra en Ucrania, enfrentará “consecuencias muy graves”. El mensaje llega en la antesala de la reunión que ambos mantendrán el próximo viernes en Alaska, un encuentro que la Casa Blanca describió como un “ejercicio de escucha”, pero que ya genera expectativas y tensiones a nivel global.
Antes de ese cara a cara, Trump mantuvo una videollamada con líderes europeos y el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, a la que calificó de “muy buena” y “muy amable”. Según relató, de esa charla surgió la idea de concretar rápidamente una reunión a tres bandas con Putin y Zelenski tras la cita en Alaska. “Le daría un 10”, señaló el mandatario desde el Kennedy Center de Washington, donde participó en un acto oficial.
El encuentro con Putin se realizará en la base aérea Elmendorf-Richardson, al norte de Anchorage. La instalación, estratégica para la defensa estadounidense y sede de operaciones militares contra incursiones rusas, también alberga una importante base de misiles. Su elección subraya el valor simbólico y operativo de la reunión.
En la conferencia virtual previa, Trump dio garantías a sus socios europeos de que cualquier negociación territorial que involucre a Ucrania será conducida exclusivamente por Zelenski. Emmanuel Macron confirmó que esa postura coincide plenamente con la de los aliados de Kiev, reafirmando que el futuro de su territorio no puede decidirse sin su consentimiento.
El canciller alemán, Friedrich Merz, también participó del diálogo y expresó su esperanza de que la cumbre en Alaska impulse un camino hacia la paz, siempre respetando los intereses de Kiev y de Europa. No obstante, advirtió que, si Moscú no muestra voluntad de cambio, será necesario aumentar la presión sobre el Kremlin.
Zelensky, por su parte, confía en que la reunión pueda derivar en un alto el fuego. Destacó la unidad y coincidencia de principios entre todos los socios que participaron de la videollamada. “Todos hablamos con una sola voz, un solo deseo, los mismos principios y la misma visión”, afirmó.
Desde Washington, la portavoz Karoline Leavitt moderó las expectativas, recordando que Zelenski no estará en Alaska. Señaló que el objetivo inicial es que Trump escuche directamente a una de las partes y obtenga información de primera mano para buscar un eventual fin de la guerra.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, celebró la coordinación con Estados Unidos, mientras que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, subrayó que las potencias occidentales han reforzado su frente común para apoyar a Ucrania y buscar una paz “justa y duradera”.
Será el primer encuentro de este tipo entre Trump y Putin desde el regreso del republicano a la Casa Blanca. Su promesa de consecuencias “muy graves” si la ofensiva rusa continúa refleja un momento de alta presión diplomática, con un bloque occidental aparentemente sólido, aunque el avance real dependerá de la voluntad de Putin y de la capacidad de Trump para concretar la reunión tripartita que planea convocar inmediatamente después de su cita en Alaska.