El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a pronunciarse sobre el futuro de Ucrania en medio de las negociaciones de paz con Rusia. En una entrevista con Fox News, el mandatario fue tajante: no habrá tropas norteamericanas sobre el terreno en caso de que prospere un acuerdo. “Tienes mi palabra, y soy el presidente”, respondió al ser consultado sobre si podía garantizar que Washington no desplegará “botas estadounidenses” en la frontera con Rusia.
Durante la conversación, Trump señaló que espera que Vladimir Putin “se comporte de manera adecuada” en las próximas semanas y que el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, “muestre cierta flexibilidad” en las tratativas. El republicano reconoció además que mantuvo un diálogo telefónico con el presidente ruso y adelantó que busca concretar un encuentro directo con Zelenski. Su intención es avanzar, en una segunda etapa, hacia una reunión trilateral que permita sellar un pacto integral.
El mandatario norteamericano insistió en que Ucrania “volverá a la normalidad” y que cesará la muerte de civiles, aunque admitió que Rusia sigue siendo “una potencia militar considerable, lo aceptes o no”. Consultado sobre si Estados Unidos podría reforzar la frontera ucraniana, dejó en claro que la ayuda será de carácter limitado, con un fuerte componente aéreo: “Nadie tiene la capacidad tecnológica que tenemos nosotros”.
Sin embargo, dejó una línea roja: no habrá incorporación de Ucrania a la OTAN. “Eso nunca ocurrirá. Si fueras Rusia, ¿aceptarías tener a tu enemigo pegado en tu frontera?”, expresó Trump.
Reacciones europeas y coordinación aliada
Las palabras del presidente estadounidense coincidieron con una reunión virtual de la Coalición de Voluntarios en apoyo a Ucrania, liderada por Emmanuel Macron y Keir Starmer. El cónclave tuvo lugar horas después de los encuentros multilaterales celebrados en la Casa Blanca y buscó articular un plan de seguridad coordinado con Washington.
Según informó Downing Street, los equipos europeos trabajan junto a Estados Unidos en la elaboración de un esquema de protección que contemple incluso un despliegue pacificador si se concreta el alto el fuego. Macron insistió en que el objetivo es garantizar que Ucrania disponga de un ejército fuerte y con acceso pleno a equipamiento. Para ello, propuso diseñar una “fuerza de reaseguro” integrada por capacidades terrestres, navales y aéreas.
El paquete discutido incluye la compra de armamento estadounidense por un valor de 100.000 millones de dólares, financiado en gran parte por Europa. También se evalúa que Washington adquiera drones fabricados en Ucrania, lo que fortalecería la industria militar de Kiev.
Marco Rubio y el debate sobre concesiones
En paralelo, el secretario de Estado Marco Rubio advirtió que ninguna negociación será posible sin concesiones de ambas partes. “Quizá no sea justo, pero es lo necesario para terminar un conflicto armado”, expresó en la misma cadena televisiva. El funcionario remarcó que toda mesa de paz implica “dar y recibir” y que, salvo en casos de rendición incondicional, las concesiones mutuas son inevitables.
Los principales líderes europeos —entre ellos Macron, Starmer, el canciller alemán Friedrich Merz y el primer ministro polaco Donald Tusk— coincidieron en que las garantías sólidas a Ucrania son clave para cualquier acuerdo. El éxito, remarcaron, dependerá de la capacidad de coordinar fuerzas, financiamiento y recursos.
Trump, por su parte, impulsa una cumbre entre Zelensky y Putin, que podría realizarse en las próximas dos semanas. Moscú, según Merz, habría aceptado el encuentro, aunque el Kremlin aún no confirmó la fecha.
Crimea y Donbás, puntos de fricción
Uno de los debates más sensibles sigue siendo el futuro de los territorios ocupados. Trump sugirió que Kiev podría contemplar la cesión de Crimea y parte del Donbás, una alternativa que Ucrania y sus socios europeos rechazaron tajantemente.
Mientras tanto, los ataques rusos no se detienen. Autoridades ucranianas denunciaron en las últimas horas una ofensiva con cientos de drones y misiles que dejó al menos 14 muertos y graves daños en instalaciones energéticas.
Con las posturas aún distantes, la comunidad internacional busca acelerar los contactos diplomáticos. Trump pretende presentarse como mediador clave, pero el desenlace dependerá de lo que Zelenski y Putin estén dispuestos a aceptar en una mesa de negociación.