La Cámara de Diputados dio media sanción este miércoles a una ley que busca garantizar el financiamiento de las universidades públicas en todo el país. La propuesta, impulsada por bloques opositores, fue aprobada en una sesión que dejó al oficialismo contra las cuerdas y anticipa tensiones con la Casa Rosada.
El proyecto establece una actualización automática por inflación de los fondos destinados al funcionamiento de las universidades nacionales, hospitales universitarios y partidas de investigación. También contempla la apertura de paritarias para docentes y personal no docente en un plazo de 90 días, además de una ampliación del sistema de becas estudiantiles.
La iniciativa, nacida del bloque radical disidente Democracia para Siempre junto al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), fue respaldada por 158 votos afirmativos, frente a 75 rechazos y 5 abstenciones. A pesar de no alcanzar los dos tercios necesarios por apenas un voto, la oposición demostró fuerza y dejó la puerta abierta a una futura insistencia legislativa si el presidente Javier Milei decide vetarla, como ya lo hizo con un texto similar en 2024.
Los votos positivos provinieron principalmente de Unión por la Patria, Encuentro Federal, la Coalición Cívica, el Frente de Izquierda, la UCR y bloques provinciales. En contraste, La Libertad Avanza rechazó firmemente el proyecto, argumentando su impacto en el equilibrio fiscal.
La diputada Danya Tavela (Democracia para Siempre) criticó la falta de presupuesto por parte del Ejecutivo: “Llevamos dos años de atraso histórico. Ni siquiera en los 90, cuando Menem intentaba privatizar el sistema universitario, se vivió algo similar. El Ejecutivo debe garantizar la educación, como manda la Constitución, y no lo está haciendo”.
Gabriela Brouwer de Koning (UCR) añadió: “Apoyamos el orden fiscal, pero no debe ser un fin en sí mismo. La educación es una inversión estratégica. Cuidar las universidades es apostar por el desarrollo del país”.
Desde Encuentro Federal, Oscar Agost Carreño coincidió: “Pensar que invertir en educación va contra la responsabilidad fiscal es una miopía estratégica. La verdadera discusión es qué tipo de país queremos construir”.
Desde el oficialismo, Santiago Santurio respondió con dureza: “Quieren romper el superávit. Hablan con el corazón pero piensan con el bolsillo. Los únicos que crecieron en los últimos 20 años fueron los kirchneristas”. Su compañera Nadia Márquez también se manifestó: “No vamos a tirar por la borda el esfuerzo de los argentinos. No hay respuestas mágicas, pero sí el compromiso con una educación pública de calidad”.
Entre los datos llamativos, se destacó el apoyo de los tres diputados tucumanos del bloque Independencia, alineados con el gobernador Osvaldo Jaldo, quien mantiene diferencias con el Ejecutivo. También se sumaron los salteños de Innovación Federal, aunque no estuvieron presentes al momento del quórum. Por el contrario, legisladores cercanos a Alfredo Cornejo (UCR) se ausentaron.
En el PRO, la ausencia de Silvia Lospennato fue notoria. Tres legisladores del espacio votaron a favor: Héctor Baldassi, Álvaro González y Sofía Bambrilla. Tres diputadas se abstuvieron: Germana Figueroa Casas, Karina Bahcey y Ana Clara Romero.