Después de seis audiencias consecutivas, el Jurado de Enjuiciamiento que analizó la conducta de la jueza Julieta Makintach decidió este martes, por unanimidad (11 votos), separarla de su cargo por las anomalías detectadas durante el debate oral por la muerte de Diego Maradona. Además, el cuerpo resolvió impedirle cualquier regreso al Poder Judicial. La exmagistrada no acudió a la audiencia en la que se oficializó el fallo.
El veredicto se anunció a las 10:40 en el Anexo del Senado bonaerense, el mismo ámbito donde se desarrolló todo el proceso disparado por la polémica serie documental “Justicia Divina”, en la que Makintach participaba mientras aún se llevaba adelante el juicio por el fallecimiento del Diez.
Según confirmaron fuentes, los 11 miembros del jurado —presidido por la titular de la Suprema Corte bonaerense, Hilda Hogan— acordaron la decisión durante el fin de semana, plasmada en una resolución de 115 páginas. La última audiencia había ocurrido el jueves, cuando se escucharon los alegatos.
Verónica Ojeda, junto a su hijo Dieguito Fernando y su pareja y abogado Mario Baudry, asistieron por primera vez este martes al jury y siguieron la lectura del veredicto desde la primera fila.
La destitución implica que Makintach no podrá volver a ejercer funciones dentro del ámbito judicial ni acceder a la jubilación correspondiente a su cargo.
El escenario final difiere drásticamente del que la jueza esperaba: su intención era que el gobernador Axel Kicillof aceptara la renuncia presentada en junio, lo que le habría permitido regresar en el futuro a otra función judicial.
Hasta el jueves, cuando se expusieron los alegatos, la magistrada todavía confiaba en una resolución favorable. Incluso expresó que aspiraba a evitar la destitución y que se homologara su renuncia.
“Después de lo que viví como imputada no quiero seguir en el Poder Judicial. Me negaron y ocultaron pruebas. No quiero saber más nada con la justicia, pero sí poder reconstruir mi vida con tranquilidad. Quiero irme en paz”, había manifestado.
Dieguito tomó la mano de su madre durante la lectura del fallo.
En su alegato, la fiscal Analía Duarte —a cargo de la acusación— fue categórica: “La doctora Makintach ha perdido las condiciones que exige la Constitución para ejercer la magistratura, y corresponde su destitución”. Explicó además que quedó acreditado que la jueza aceptó participar del documental propuesto por una amiga, imponiendo como condición revisar y aprobar el material.
“Makintach conocía el tráiler. En febrero ya estaba agregado el guion. En marzo estaban definidos los seis capítulos, incluido uno titulado ‘La Justicia y la sentencia’. Para ese momento, la jueza ya sabía que había una condena”, detalló Duarte. Y añadió: “El testigo Arnal, dueño de la productora, lo dijo textualmente: era una miniserie sobre el juicio por Maradona y ellos tenían a la jueza. Nada de esto habría sido posible sin la participación de Makintach”.
Guillermo Sagues, representante del Colegio de Abogados de San Isidro en la acusación, señaló tras conocerse el veredicto: “La prueba demostró el enorme daño causado a la Justicia bonaerense, y también a la justicia argentina en general, que quedó expuesta al ridículo”.
En los próximos días, la resolución será remitida a la Suprema Corte.
Los fundamentos del jurado
Al fundamentar su voto, la presidenta de la Suprema Corte bonaerense, Hilda Hogan, sostuvo: “La magistrada incurrió en conductas alejadas de la sobriedad, prudencia y moderación exigibles a cualquier servidor del Poder Judicial de la provincia”.
El senador bonaerense y conjuez Sergio Vargas advirtió en la audiencia en La Plata: “Cuando se encienden las cámaras, corre riesgo que el ego de un juez opaque a la justicia”.
“Cuando un juez transforma sus actos en una búsqueda de exposición pública, con fines de fama o notoriedad, surge una sospecha fundada de que sus decisiones no responden sólo a la ley, sino al deseo de convertirse en la jueza del caso”, agregó el legislador.
Otro de los conjueces, Pablo Agustín Grillo Ciocchini, coincidió en que el proceder de la jueza afectó la imparcialidad del tribunal y respondió a motivaciones ajenas a la función judicial.
En tanto, Fabián Ramón González remarcó: “Quien no distingue por sí mismo lo que está bien de lo que está mal, no reúne las condiciones necesarias para ejercer la magistratura”.
Guillermo Ricardo Castello, Ariel Martínez Bordaisco, Mirta Daniela Greco, Maite Milagros Alvado y María Victoria Lorences adhirieron a los argumentos de la presidenta, subrayando su convicción sobre la gravedad de los hechos.
Por último, Álvaro García Orsi señaló: “Las faltas que se reprochan mantienen la misma gravedad en relación con la aptitud para ejercer la magistratura, sea en un juicio por la muerte de Diego Maradona o en el de cualquier persona anónima”.








