A pocos días de las elecciones generales, Axel Kicillof finalmente se reunió con Cristina Kirchner en el departamento de San José 1111, lugar en el que la ex mandataria cumple prisión domiciliaria desde hace más de 100 días. El encuentro, que había sido reclamado por distintos sectores del kirchnerismo, se desarrolló este miércoles sin foto oficial y en un clima que fuentes calificaron como “bueno” y “constructivo”.
La conversación giró en torno a la coyuntura electoral, pero también incluyó un repaso sobre la situación nacional e internacional. Según coincidieron en ambos entornos, el eje fue “sumar fuerzas para la elección de octubre” y trabajar en unidad para garantizar un triunfo del peronismo bonaerense.
No obstante, la ausencia de una imagen conjunta refleja que persisten tensiones internas, pese a la predisposición positiva en el diálogo. La última vez que se habían visto había sido el 10 de junio en la sede del PJ, previo a la detención de la ex presidenta por la causa Vialidad. En aquella oportunidad, el gobernador bonaerense había sido recibido con reproches por parte de la militancia, en un momento cargado de tensiones.
El kirchnerismo más duro venía exigiendo a Kicillof que visitara a Cristina en su lugar de detención, señalando que la demora en concretar el encuentro alimentaba la idea de un distanciamiento. Algunos referentes incluso lo acusaban de “desagradecido”, aunque las diferencias quedaron en pausa frente a la campaña y la necesidad de mostrarse unidos.
En el entorno del gobernador existían voces que sugerían postergar la reunión hasta después de las elecciones para evitar cortocircuitos en plena campaña. Sin embargo, Kicillof resolvió avanzar con la visita en busca de un acuerdo de convivencia con la ex presidenta, con la intención de frenar el “fuego amigo” y fortalecer su liderazgo provincial.
La reunión se concretó tras recibir la autorización judicial correspondiente y tuvo lugar a poco más de veinte días de los comicios. Para muchos en el peronismo, se trató de un primer paso para cerrar heridas internas y encarar juntos el desafío electoral.
Cristina Kirchner, por su parte, mantiene un rol activo dentro del movimiento. Pese a las restricciones de su detención, recibe semanalmente a dirigentes y candidatos, envía mensajes a plenarios y lanza críticas constantes al presidente Javier Milei, a quien acusa de mentiroso y responsabiliza por la crisis económica. En los últimos días, mantuvo reuniones con figuras como Mariano Recalde, Itai Hagman y Jorge Taiana, además de sumar a Juan Manuel Urtubey en el esquema peronista.
La ex presidenta busca sostener su centralidad política y reinventar su influencia en el peronismo en medio de las limitaciones que le impiden competir como candidata. Su rol, aunque distinto al de otras épocas, sigue siendo determinante para el armado electoral.
Mientras tanto, Axel Kicillof continúa con recorridas por municipios del conurbano —Ensenada, Florencio Varela y Merlo— para reforzar la candidatura de Jorge Taiana y consolidar el respaldo de los intendentes en la Provincia. Con menos de un mes por delante, la postal con Cristina Kirchner aparece como un gesto clave para mostrar unidad frente a la elección del 26 de octubre.