Cristina Kirchner recibió a Lula Da Silva en su casa de Constitución durante una reunión privada de casi una horaEl presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, se reunió este jueves al mediodía con Cristina Fernández de Kirchner en la vivienda del barrio porteño de Constitución donde la ex mandataria argentina cumple prisión domiciliaria. La visita, que se extendió por aproximadamente 50 minutos, fue autorizada por la Justicia en el marco de una solicitud presentada por su equipo legal.
El jefe de Estado brasileño arribó al lugar a las 12:32, escoltado por un amplio dispositivo de seguridad, y se retiró a las 13:25 sin realizar declaraciones públicas. Por el momento, no trascendieron detalles sobre el contenido de la conversación, aunque se prevé que en el transcurso del día puedan difundirse imágenes del encuentro y declaraciones de ambos protagonistas.

La reunión fue coordinada entre representantes diplomáticos de Brasil y funcionarios de la Cancillería argentina, quienes notificaron formalmente a las autoridades judiciales sobre la intención de Lula de visitar a la actual líder del Partido Justicialista. El juez federal Jorge Gorini, a cargo de la causa “Vialidad” por la que CFK fue condenada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, autorizó el encuentro con la condición de que no alterara la tranquilidad del vecindario.
Desde el entorno de CFK remarcaron el carácter estrictamente privado y humanitario de la reunión. Lula estuvo acompañado por miembros de su delegación diplomática y, al salir, saludó a un grupo de militantes que se había congregado desde temprano en la puerta del edificio.
El presidente brasileño había anticipado días atrás su deseo de ver a Cristina Kirchner durante su visita a Buenos Aires para la Cumbre del Mercosur, donde asumió la presidencia pro tempore del bloque. En ese foro, compartió un tenso saludo con su par argentino, Javier Milei, en un clima marcado por la cordialidad formal pero sin señales de acercamiento político.
Cristina Fernández de Kirchner cumple arresto domiciliario desde diciembre de 2024, tras confirmarse su condena en la causa por administración fraudulenta durante su gestión. Las visitas a su domicilio están sujetas a autorización judicial y suelen limitarse a cuestiones de índole familiar o humanitaria. La presencia de Lula Da Silva, uno de sus aliados históricos en la región, representó un gesto político de alto impacto en medio del complejo escenario judicial y político que atraviesa la ex jefa de Estado.
Aunque aún no hubo declaraciones oficiales, el reencuentro entre ambos líderes reavivó el vínculo personal y político que mantienen desde hace décadas, en medio de un contexto regional en el que los liderazgos progresistas buscan reconfigurar su rol frente al avance de las nuevas derechas en América Latina.