La Fiscalía de Instrucción de Delitos contra la Integridad Sexual de Córdoba solicitó que Gabriela Nahir Fernández, presa que cambió de género, enfrente un juicio por supuestamente haber violado a siete internas en el pabellón de mujeres del Establecimiento Carcelario de Bouwer.
Fernández ingresó a la cárcel femenina tras obtener el reconocimiento oficial de su cambio de género. Según la investigación, los abusos se habrían producido durante ese período y se sumó el agravante de que la acusada tenía sífilis, transmitida a varias víctimas.
El Ministerio Público Fiscal detalló que Fernández está acusada como “probable autora penalmente responsable de abuso sexual simple reiterado (dos hechos) en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante continuado en perjuicio de siete detenidas, calificado por conocimiento de enfermedad de transmisión sexual grave”.
Además, en uno de los episodios se la considera “coautora de abuso sexual con acceso carnal por introducción de objetos análogos, calificado por el número de autores”, ya que habría contado con la participación de otras dos internas. En otro hecho, la acusación se agrava por el “uso de arma en grado de tentativa”.
En la causa también están señaladas Ingrid Roxana Florindo y Rocío Belén Montoya como “probables coautoras penalmente responsables de abuso sexual con acceso carnal por la introducción de objetos análogos”, junto a Fernández.
El historial de la imputada se remonta a octubre de 2016, cuando ingresó a una cárcel masculina. Un año después, fue condenada a tres años de prisión por “lesiones leves calificadas y privación de la libertad calificada”.
En 2018, Fernández manifestó ante la Justicia: “me autopercibo mujer”, iniciándose así su cambio de género, por lo que pasó a llamarse Gabriela Nahir Fernández y fue trasladada al pabellón de mujeres.