El Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de Lomas de Zamora condenó a 14 años de prisión a Diego Javier Clementi, el ginecólogo de la localidad bonaerense de Burzaco acusado de haber abusado sexualmente de varias de sus pacientes. La sentencia recayó sobre el médico que se desempeñaba como director del Centro Médico de la Mujer de esa ciudad del sur del conurbano.
La resolución, adoptada tras dos meses de juicio oral, comprendió doce hechos denunciados por once víctimas y dispuso que Clementi cumpla la pena bajo la modalidad de prisión domiciliaria con tobillera electrónica. Además, el tribunal ordenó su inhabilitación perpetua para ejercer la medicina.
El veredicto fue leído por la jueza María Fernanda Anaya y los jueces Marcelo Hugo Dellature y Luis Miguel Gabian, quienes también dispusieron la detención inmediata del acusado. Asimismo, resolvieron que, una vez que la condena quede firme, se le extraigan muestras de ADN para ser incorporadas al Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual (RNDG).
De acuerdo al fallo, Clementi fue encontrado culpable de abuso sexual con acceso carnal en cuatro oportunidades, abuso sexual gravemente ultrajante en cinco hechos y abuso sexual gravemente ultrajante en concurso real con acceso carnal en otros tres casos.
La Justicia consideró probado que el ginecólogo utilizó su rol profesional para vulnerar la integridad sexual de sus pacientes. En ese marco, los magistrados señalaron que se aprovechó de una relación asimétrica de poder, anulando cualquier posibilidad de consentimiento. También remarcaron que las conductas atribuidas excedieron toda práctica médica legítima y que muchas de las víctimas, incluso en su primera consulta, no estaban en condiciones de otorgar un consentimiento libre.
El tribunal valoró especialmente los testimonios de las denunciantes, la edad que tenían al momento de los hechos, los informes psicológicos incorporados al expediente y el daño que aún persiste. Además, subrayaron que los abusos fueron cometidos por una persona en la que las pacientes habían depositado su confianza, destacando la cantidad de víctimas.
Luego de conocerse la condena, trascendió que la defensa del ginecólogo apelará la decisión. Antes del inicio del debate oral, el imputado había solicitado ser juzgado por un jurado popular, pedido que fue rechazado.
La instrucción de la causa estuvo a cargo del fiscal Sebastián Bisquert, titular de la UFI Nº 9 especializada en Violencia de Género y Familiar de Lomas de Zamora.
Durante el desarrollo del proceso judicial, otras dos víctimas se presentaron ante los Tribunales para denunciar nuevos abusos, aunque esas investigaciones aún se encuentran en etapa de instrucción.
Todos los ataques por los que Clementi llegó a juicio, catorce en total, fueron cometidos en el ejercicio de su profesión entre los años 2017 y 2022. Desde la acusación se sostuvo que existió un patrón de conducta reiterado durante años tanto en el Centro Médico de la Mujer de Burzaco como en otros consultorios de la zona sur del conurbano bonaerense.
Las pacientes que acudían a consultas ginecológicas relataron situaciones en las que, bajo el pretexto de supuestas prácticas médicas, el profesional habría vulnerado su integridad sexual.
El fiscal que impulsó la elevación a juicio sostuvo que el acusado “se valió de su posición de poder y de la confianza depositada en él como profesional de la salud para perpetrar los abusos, en contextos donde las mujeres no podían oponerse ni consentir libremente las acciones”.
Las víctimas, en su mayoría jóvenes adultas, explicaron que la situación de vulnerabilidad se veía agravada por el ámbito de la consulta médica y, en algunos casos, por atravesar embarazos no deseados o procesos de aborto.
Los peritos psicológicos que evaluaron a las denunciantes dieron cuenta del impacto emocional y de las secuelas que padecieron. Señalaron que presentaban “características similares a las de mujeres que sufren violencia sexual en el ámbito de la consulta ginecológica”.
Entre los síntomas descriptos se mencionaron incomodidad, asco, padecimiento por contacto físico inapropiado y roces ejercidos por el imputado durante las consultas, miedo, sensación de estar abrumadas, silencios prolongados, disociación, alteraciones del sueño, ansiedad, angustia, vergüenza, vulnerabilidad, indefensión, conductas evitativas y dificultades en la participación social.
Clementi, quien negó todos los hechos imputados, sostuvo que los procedimientos denunciados formaban parte de la práctica ginecológica habitual. El médico, que se presenta como cirujano gineco-oncológico y mastólogo, afirmó que “la revisación y el estudio ginecológico son prácticas muy subjetivas que dependen muchas veces de la interpretación de la paciente” y atribuyó las denuncias a “motivaciones políticas o ideológicas”.
El ginecólogo llegó al juicio en libertad y, cuando se conocieron las fechas del debate oral, la abogada Claudia Perugino, representante de varias de las víctimas, había confirmado a medios locales que el acusado continuaba atendiendo en un consultorio de la Clínica Sur Gametos, incluso después de que se iniciara la investigación en su contra.
