En un escenario mediático en plena transformación, el Digital News Report 2025 del Instituto Reuters confirma una tendencia que se viene gestando hace años: las audiencias están cambiando radicalmente la forma en que acceden, consumen y comparten noticias.
La televisión, la radio y los diarios impresos siguen perdiendo terreno frente a nuevos actores digitales. Cada vez más personas eligen informarse a través de creadores de contenido, influencers y periodistas independientes que utilizan plataformas como YouTube, TikTok o Instagram para llegar a sus seguidores con una narrativa más personal, visual y directa.
Entre todas las redes sociales, X (ex Twitter) se mantiene como el principal canal para seguir la actualidad en tiempo real. Sin embargo, el informe destaca el crecimiento de WhatsApp y Telegram como herramientas clave para compartir noticias dentro de grupos cerrados o comunidades temáticas. La inmediatez y la privacidad que ofrecen estas plataformas las convirtieron en una fuente fundamental de circulación informativa.
Además, los memes y los videos cortos ganan espacio como formatos didácticos. En tiempos de sobreinformación, muchos usuarios valoran explicaciones visuales, simples y entretenidas para comprender temas complejos, desde economía hasta política internacional.
Otro dato relevante es que la mayoría del público no está dispuesto a pagar por noticias, lo que sigue desafiando el modelo de negocios de los medios digitales. Solo una minoría suscribe a portales de noticias o paga membresías, y muchos buscan información gratuita, aunque eso implique una menor calidad o verificación de los contenidos.
Finalmente, el informe pone el foco en la inteligencia artificial. Aunque genera curiosidad y abre nuevas posibilidades en el periodismo, también despierta preocupación entre los usuarios. La capacidad de los sistemas automatizados para producir contenido plantea preguntas sobre la veracidad, el sesgo y la responsabilidad editorial.
El periodismo en 2025 es más diverso, veloz y fragmentado que nunca. Entre voces independientes, plataformas emergentes y la irrupción tecnológica, el desafío es sostener la calidad y la confianza en un ecosistema informativo que no para de cambiar.