Arrestaron a Jair Bolsonaro: la Policía brasileña detuvo al ex presidente condenado por intento de golpe de Estado

El ex mandatario, que cumplía prisión domiciliaria tras recibir una condena de 27 años, fue apresado de manera preventiva por orden de la Corte Suprema de Brasil, que justificó la medida para preservar “el orden público”.

La Policía brasileña arrestó al ex presidente Jair Bolsonaro.Foto REUTERS.

La Policía de Brasil detuvo este sábado al ex presidente Jair Bolsonaro, quien ya se encontraba bajo arresto domiciliario tras ser condenado por intentar un golpe de Estado. La Corte Suprema dispuso su encarcelamiento preventivo con el argumento de resguardar “el orden público”.

Agentes de la Policía Federal ingresaron alrededor de las 6:00 a la residencia ubicada en Brasilia, donde Bolsonaro permanecía cumpliendo la medida domiciliaria, y lo trasladaron de inmediato a dependencias oficiales. La señal Globo informó que el máximo tribunal autorizó la detención preventiva del ex mandatario.

En un comunicado breve, la Policía Federal confirmó que ejecutó en la capital brasileña una orden de prisión preventiva emitida por la Corte Suprema, sin precisar el nombre del detenido, aunque la operación apuntaba directamente al líder ultraderechista.

El arresto se produjo un día después de que la defensa de Bolsonaro solicitara al tribunal que le permitiera terminar de cumplir la pena de 27 años en su casa por motivos de salud.

El ex presidente había sido condenado el 11 de septiembre por la Primera Sala del Supremo Tribunal Federal, que consideró probado que intentó mantenerse en el poder tras haber perdido las elecciones de 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva.

Bolsonaro, de 70 años, estaba bajo arresto domiciliario desde el 4 de agosto, luego de que la Justicia determinara que había incumplido medidas cautelares dentro de la misma causa. Según la prensa local, la detención preventiva no constituye todavía la ejecución formal de la condena, cuyo inicio se esperaba pronto tras el rechazo de los primeros recursos de apelación.

En paralelo a su situación, el Supremo ordenó también la prisión preventiva del diputado Alexandre Ramagem, aliado del ex presidente, quien habría abandonado clandestinamente Brasil rumbo a Estados Unidos luego de cruzar por Roraima, en la frontera con Venezuela o Guayana Francesa. Ramagem, ex director de la Agencia Brasileña de Inteligencia, fue sentenciado a 16 años de cárcel por organización criminal, golpe de Estado y abolición violenta del Estado democrático.

La condena a Bolsonaro

La primera sala del Supremo Tribunal Federal resolvió imponer a Jair Bolsonaro una pena de 27 años y tres meses de prisión por liderar un intento de golpe de Estado tras su derrota electoral en 2022. El fallo, aprobado por cuatro votos contra uno, determinó que el ex mandatario encabezó una organización criminal que buscó impedir la asunción de Lula da Silva.

Además del propio Bolsonaro, también fueron condenados Ramagem (16 años); Almir Garnier, ex comandante de la Marina (24 años); Anderson Torres, ex ministro de Justicia (24 años); Augusto Heleno, ex titular de la Oficina de Seguridad Institucional (21 años); Mauro Cid, ex asesor presidencial y delator del plan golpista; Paulo Sérgio Nogueira, ex ministro de Defensa (19 años); y Walter Souza Braga Netto, ex jefe del Estado Mayor (26 años).

El voto decisivo fue el de Cristiano Zanin, presidente de la Primera Sala y ex abogado de Lula, quien se sumó a Alexandre de Moraes, Cármen Lúcia y Flávio Dino para conformar la mayoría. Luiz Fux votó en contra de que el tribunal llevara adelante el proceso.

Zanin expresó que “las pruebas permiten concluir que los acusados pretendían romper el estado democrático de derecho”, lo que sustentó la condena tanto de Bolsonaro como de sus colaboradores y ex jefes militares.

La trama golpista según la Fiscalía

Para la Fiscalía General, la conspiración comenzó en junio de 2021, cuando Bolsonaro inició una campaña para desacreditar el sistema electoral y las instituciones brasileñas. Tras la victoria de Lula en octubre de 2022, la ofensiva escaló con protestas, intentos de atentados frustrados y campamentos frente a cuarteles donde sus seguidores pedían la intervención militar.

Aunque Lula asumió el 1 de enero de 2023, una semana después miles de manifestantes bolsonaristas atacaron de forma violenta las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema en Brasilia. Según la acusación, ese episodio fue la culminación del plan que, de acuerdo con el Ministerio Público, Bolsonaro dirigió personalmente con el objetivo de “perpetuarse en el poder” e instaurar “una dictadura” en el país.

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