A menos de una semana de que una ballena muerta apareciera en el Río de la Plata, sobre la costa de Vicente López, se encontró un segundo ejemplar en condiciones similares en la Costanera Norte, a la altura del Parque de la Memoria y Tierra Santa.
El hallazgo fue reportado en las últimas horas y se presume que el animal llevaba un tiempo encallado en esa zona. En el lugar, se había instalado una cinta de peligro que restringía el acceso al área.
Se trata de un cetáceo de aproximadamente seis metros de largo, identificado como una ballena sei, una especie en peligro de extinción cuya presencia en aguas argentinas es poco común. Esta especie había sido avistada por última vez en mayo del año pasado, tras casi un siglo de ausencia en la costa patagónica argentina. En aquella oportunidad, el avistamiento fue registrado por un equipo de científicos de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB) y del Centro Nacional Patagónico.
El cuerpo de la ballena presentaba signos visibles de descomposición y seguía varado en la orilla. El operativo para su remoción está previsto para la mañana de este martes y representa un desafío logístico debido al tamaño y peso del animal.
Este episodio ocurre pocos días después del hallazgo de una ballena jorobada juvenil a la altura del kilómetro 18 del Canal Costanero. Durante la mañana del último feriado, personal de Prefectura se acercó a la zona de Vicente López, junto con agentes de Defensa Civil y la Patrulla Policial local. Las autoridades establecieron un perímetro de seguridad y coordinaron el retiro de los restos del cetáceo.
Las tareas de rescate comenzaron tras un llamado a la línea de emergencias náuticas 106, que alertó sobre la presencia del animal. Al llegar, los efectivos confirmaron que el ejemplar no tenía signos vitales. “Apareció esta mañana un ejemplar juvenil de ballena jorobada, no es algo normal, algo común. Creemos que es un animal que se separó de su mamá y por condiciones meteorológicas de los últimos días, la marea la acercó a las costas de Vicente López”, explicó Laura Prosdocimi, licenciada en ciencias biológicas, en diálogo con Splendid AM 990. Agregó que “no es algo normal, pudo haber sido por una causa en mar abierto de tormenta o algún riesgo que haya hecho que este animal muera”.
La especialista también señaló que “como animales juveniles son inexpertos. Desde el Laboratorio de Ecología y Conservación de Mamíferos Marinos trabajamos en esos temas”, al referirse a las hipótesis que se barajan sobre la causa del deceso. Añadió que hay “un montón de factores que pudieron haber hecho que se separe de su mamá y falleciera”.
Durante el operativo, el equipo médico forense tomó muestras de piel, músculo y tejidos para analizar los motivos de la muerte. También colaboraron técnicos de la Fundación Temaikén, siguiendo los protocolos establecidos para la extracción y posterior estudio de los restos.
En horas de la tarde, las fuerzas de Seguridad de la Navegación lograron remover el cuerpo, aunque el proceso fue complejo ya que el animal estaba atrapado entre las rocas. Los equipos debieron ingresar al agua para liberarlo, y una vez que la marea subió, lograron atarlo a una lancha de Prefectura para trasladarlo a un banco de arena.
La decisión de mover el cadáver respondió a razones sanitarias, ya que dejarlo en la costa representaba un potencial riesgo por la proliferación de bacterias y el fuerte olor en la zona. Un portavoz explicó que, debido a la acumulación de gases, se espera que el proceso de descomposición natural ocurra en pocos días, sin generar peligro para la comunidad.